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lunes, 30 de noviembre de 2009

Apurándose a fallar una vez más.


Preguntas hay muchas…todos los días nos hacemos, hacemos a otros y recibimos miles de estas, pero existe una en particular que me he cansado de escuchar una y otra y otra vez más; en cada plática, en cada conferencia, en cada reunión de trabajo o hasta en conversaciones personales también: “¿Por qué no hay casos de éxito en México de…?”. Completen la frase con lo que se les pueda ofrecer…de internet…de administración…de liderazgo… de lo que sea, es igual, la pregunta continuamente ahí está.
Gente esperando que otras personas les resuelvan por adelantado los retos a los que se van a enfrentar.

Serios profesionales deseosos de que alguien más les de la fórmula secreta para lograr lo que quieren lograr.

Esperando, preguntando, esperando de nuevo y sin tener la más mínima intención de ellos intentar…y seguramente por muchos años más, así se van a quedar.

Y lo peor es que no existe una fórmula secreta para ganar.

La única manera para comenzar a ser exitoso es decidirse a intentar, a arriesgarse, quitarse el miedo, atreverse, esforzarse, estudiar y trabajar.

“Apurarse a fallar” como algunos grandes líderes como Seth Godin or Robin Sharma le llaman.

Vencer el miedo y hacer lo que otros no quieren intentar.

Tomar la responsabilidad de nuestras decisiones y hacer conciencia de que nuestro éxito y nuestras fallas serán consecuencia de las decisiones que tomemos y que aún cuando fallemos una u otra u otra vez, no habremos fracasado, sino que solamente estaremos aprendiendo a ganar.

Así que la próxima vez que quieras que alguien te diga como se hizo exitoso, mejor pregúntale cómo fue que por fin se atrevió a fallar, probablemente su respuesta de una vez por todas te inspire a intentar.

Crédito de la imagen: Omar Eduardo

lunes, 23 de noviembre de 2009

Parásitos vs colaboración

De acuerdo a la Real Academia de la lengua Española la palabra parásito define a "un organismo animal o vegetal que vive a costa de otro de distinta especie, alimentándose de él y desgastándolo sin llegar a matarlo."

También define a "una persona que vive a costa ajena."

Y cosa increíble resulta que aún en esta época que muchos hemos calificado con la "era de la colaboración", aún veamos a algunos parásitos merodeando día con día por ahí.

Los vemos de distintas formas, todos los días. Desde el hombre sano de casi 40 años de edad que aún vive dependiendo de sus papás, hasta las empresas que absolutamente nada regresan a su comunidad. Lo vemos también en los empleados que deciden hacer una carrera anónima en la organización para la que trabajan y que cada día asisten a cumplir con el mínimo indispensable para seguir cobrando su salario sin tener que esforzarse ni un poco más y evitando ser visto ni para bien ni para mal; y lo vemos peor aún en el vendedor que solo está buscando la manera de, literalmente, arrebatarle el dinero a sus clientes, o en unos casos, hasta a sus compañeros de trabajo para cumplir con la cuota del mes.

En la biología, se cree que en algunos casos, este tipo de relación puede evolucionar, a lo largo de muchas generaciones de parásitos y hospedadores, a una simbiosis mutuamente beneficiosa.
Pero para mala suerte de los parásitos profesionales, esto no es así.

Trabajar con la cabeza agachada para que nadie allá arriba te vea y te dejen en paz, no funciona; siempre habrá quien claramente te puede ver.
Ser una empresa que solo quiere vender y cobrar tampoco funciona; más temprano que tarde la gente se da cuenta de esto y simplemente se aleja de ti.
Y tratar de sangrar a tus clientes y colegas como si fueran un barril sin fondo, funciona aún menos que lo anterior; siin duda alguna ese pozo muy pronto quedará seco.

Hoy no debemos pensar en solo sacar y sacar. Necesitamos poner.

Hoy no podemos más tratar de solo obtener algo de los demás.

Por el contrario, hoy más que nunca necesitamos aportar, necesitamos generar, necesitamos contribuir a la vida de los demás.

No se trata de impactar a millones y millones de personas, aunque si lo podemos hacer, no estaría nada mal.

En tanto, basta con que cada día que pasa toquemos la vida de una persona más para saber que por fin hemos empezado a aportar a la vida de los demás.

Así que te pregunto: ¿seguirás siendo un parásito o comenzarás a colaborar?

jueves, 19 de noviembre de 2009

Los Siete Pecados Mortales de la Dirección


Si bien en los libros hay mucha información sobre el liderazgo y sobre cómo hacer las cosas de forma correcta para alcanzar el éxito que estamos buscando, a veces también es bueno observar cuales son las cosas incorrectas y cómo evitarlas.
Para mi gusto estos son los pecados mortales y de mayor frecuencia que tienen los Directivos:

1. Asumir que sus empleados conocen los objetivos y el propósito de la compañía.

Tanto usted como su equipo directivo tienen un gran plan estratégico diseñado. La pregunta es ¿Quién ejecutará ese plan? Incluso el mejor plan deja de tener valor a menos que se entienda y se acepte como propio en todos los niveles. Su mano de obra es el motor que acciona su plan.

Usted debe integrar su plan estratégico que le permita asegurarse de que TODOS están en sintonía con el Plan de la Empresa y están dispuestos a morir por él.

2. Dejar el proceso de selección y contratación al azar.

En el mejor de los escenarios conseguirá en un 14% de los casos un buen empleado. Por el contrario, en el peor de estos escenarios conseguirá un mal empleado e incluso puede llegar a verse demandado si las cosas se complican.

Un buen sistema de contratación y selección a todos los niveles mejora el rendimiento global y ayuda a evitar pleitos. Una definición clara y precisa de los que buscamos y para qué lo buscamos es clave. Además, una entrevista rigurosa, y la comprobación de sus referencias y antecedentes profesiones ayudan al empleador a formarse una imagen exacta del comportamiento anterior del candidato. Esto, unido a una adecuada investigación sobre sus actitudes, puede evitarnos muchas sorpresas y ahorrarnos muchos costos en el futuro.

3. Asumir que su gente está entrenada adecuadamente.

El no poder desarrollar los talentos de su gente con el entrenamiento apropiado es una pérdida de recursos masiva. Muchas compañías dedican más tiempo y dinero a negociar y pagar los contratos de mantenimiento de sus equipos y máquinas de lo que dedican al entrenamiento de su personal. Y sin embargo, siguen diciendo que sus empelados son su activo número uno.

4. No poder evaluar y medir.

Es fácil caer en el hábito de “seguir el negocio como de costumbre”, realizando tareas de memoria o haciendo las cosas de la misma manera simplemente porque ésa es la forma en que se han hecho siempre. Usted debe medir continuamente sus actividades clave para la el negocio. ¿Son necesarias y relevantes? Si es así entonces estas actividades se deben medir y seguir para determinar su eficacia así como eficiencia. Si usted no puede medirla, no la haga.

5. El no poder proporcionar el feedback adecuado.

El miedo al conflicto puede llevar a los líderes a evitar mencionar un comportamiento inaceptable o a requerir responsabilidades. La retroalimentación sistemática y constructiva, orientada a objetivos, mediante evaluaciones de desempeño o con conversaciones en el curso de las actividades diarias, es necesaria para asegurar un buen funcionamiento y ayudar al desarrollo de carrera de los empleados.

6. Asumir que se están haciendo las cosas bien y que los clientes están contentos.

¿Les ha preguntado? Si se asume que sus clientes están satisfechos simplemente porque no ha recibido quejas no es necesariamente un barómetro exacto. Su negocio debe tener mecanismos y sistemas en marcha para favorecer la retroalimentación del cliente. Usted debe escuchar, y actúa en función de esa información.

7. No entender la relación entre ventas y marketing.

Incluso los negocios con una fuerza de ventas excelente deben ayudarse del marketing. El marketing, a través de sus disciplinas de relaciones públicas, investigación y publicidad, es una herramienta clave para identificar nuevos mercados, comunicarse con su mercado potencial y con sus clientes y difundir y consolidar su marca de fábrica y su mensaje entre todos sus actores. La falta de desarrollo activo de tales estrategias perjudica su capacidad para competir. Y por si siete pecados mortales no son suficientes, les doy otro más:

8. Tratar a empleados como si fueran un material más.

Cualquier compañía que haya experimentado el alto coste de la rotación de empleados, entiende lo que significa pagar este peaje: costes de reemplazo, pérdida de productividad y moral baja. Si trata a los empleados como un material ellos le responderán de la misma forma, es decir, dejándole cuanto antes por la mejor oferta siguiente.

Las preguntas que debemos hacernos son: ¿Dónde estamos nosotros con respecto a estos puntos? ¿Tenemos esos sistemas en marcha? ¿Sabemos cuál es el grado de satisfacción de nuestros clientes? ¿Lo tenemos medido? Y un sinfín de preguntas más que nos lleven a plantearnos lo que siempre vengo recordando, y que como coach de negocio, aplico día con día…

“Hay que estar loco para pensar que haciendo las cosas de la misma forma que siempre se van a conseguir resultado distintos” (Einstein).

viernes, 13 de noviembre de 2009

Time to Market: ¿Cómo mejorar los tiempos de respuesta para llegar al mercado antes que la competencia?



“El que pega primero, pega dos veces”, reza el dicho popular. Y, en el mundo de la empresa, esto se conoce como time to market. Así, ¿cómo mejorar los tiempos de respuesta para llegar al mercado antes que la competencia? “Todos los viernes, 10% de descuento con tarjeta de crédito”, “15% de ahorro y 20 cuotas para los clientes del banco X”.

En medio de la crisis, muchas empresas salieron a ofrecer promociones para seducir a un consumidor deprimido. Pero, ¿qué ocurre cuando todos hacen lo mismo?

Como en las guerras de precios o de publicidad, la atracción por el mejor descuento se convirtió en una variable más en la cabeza del consumidor racional, que se informa y se traslada para buscar la diferencia.

En este marco, las ofertas especiales ya no son garantía de atraer clientes. La competencia está haciendo lo mismo. En última instancia, esto deriva en un círculo de promociones más agresivas y descuentos más elevados que erosionan los márgenes.

Ahora bien, ¿cómo competir en este escenario?

Cuando todos están haciendo lo mismo, una buena alternativa es hacerlo ANTES que el resto. Si somos los primeros en llegar al mercado con nuestros productos y promociones, ganaremos una ventaja sobre la competencia (”el que pega primero, pega dos veces”). De esto se trata el time to market.

No obstante, esto es algo mucho más sencillo de decir que de hacer. Convertirse en líder en time to market implica mejorar notablemente los tiempos de respuesta. Y, para esto, se necesita un profundo conocimiento de los procesos internos que intervienen en el armado de una campaña comercial.

Sin esto, las mejores ideas quedarán empantanadas en las confusiones y la burocracia de la organización, perdiendo tiempo valioso que seguramente será aprovechado por la competencia en la carrera hacia el mercado.

Las campañas comerciales atraviesan y movilizan a toda la empresa. En ellas, interactúan referentes de distintas áreas. Cuando la gestión es desarticulada, se ve afectada la comunicación, fallan las conexiones y se entorpece la ejecución.

Entonces,
¿cómo estructurar los procesos internos para aumentar el tiempo de respuesta?

1) Metodología de campañas comerciales

En primer lugar, es fundamental desarrollar una metodología de campañas comerciales, para integrar los esfuerzos y optimizar los procesos.

Para esto, es importante determinar una estructura funcional de la campaña por proyecto, con un responsable principal y un equipo de trabajo especialmente asignado.

Esto servirá para mantener una relación fluida con los sectores involucrados, coordinando y supervisando la gestión de las actividades, asegurando el análisis y control de los procesos.

2) Definir los procesos

Si no está claro sobre quién recae la responsabilidad por determinada tarea, probablemente nadie la hará.

Definir los procesos de una acción permite dimensionar cada tarea e identificar las actividades principales, los tiempos de ejecución, la interacción de las áreas y las actividades críticas, sobre las que tendremos que poner especial atención para no comprometer los tiempos planificados.

Conocer los tiempos de cada proceso nos permitirá controlar que se estén ejecutando en el tiempo comprometido e implementar acciones correctivas ante desvíos.

En este aspecto, algunos indicadores claves son: el tiempo externo de proveedores, el tiempo promedio de tareas internas, el de las tareas de control, el de procesamiento y el de operaciones.

En definitiva, una visión compartida, acuerdos de servicios, comunicación, tareas precedentes y tiempos de ejecución son los elementos principales para llegar primeros al mercado y posicionarnos fuertemente en la escala de preferencias del consumidor

lunes, 9 de noviembre de 2009

Manten lo primero, primero.

Planes y estrategias de negocio a 10 y 5 años, planes anuales de trabajo y programas de trimestrales que te llevan a su vez a los objetivos del mes, los proyectos de la semana y finalmente a la lista de pendientes y tareas que tienes que realizar cada día.

“Lo que no está en la agenda, simplemente no se implementa” dicen algunos expertos en administración.

Pero “¿Y cómo le hago para asegurarme de no salirme del plan y hacer todo lo que tengo que hacer?”, fue la pregunta que hoy alguien conmigo compartió.

Una pregunta que seguramente todos nos hacemos al día, por lo menos una vez y que me llevó a recordar un pasaje del libro“Monday Morning Mentoring”de David Cottrell, en el que el autor sostiene que para ser un líder eficiente y eficaz, uno tiene que mantener siempre lo primero en primer lugar.

Por supuesto distintas técnicas y metodologías para administrar el flujo de trabajo existen ya; desde calendarios y agendas, impresas y digitales, donde enlistamos todos los pendientes y tareas por hacer, hasta hojas de tiempo donde resumimos las actividades que hemos realizado ya.

Pero esto me resulta totalmente insuficiente ya.

Porque hacerse el ocupado es muy fácil y, con relativa sencillez, todos los días podríamos hacernos de una intensa lista de pendientes y urgentes que resolver si ni siquiera tenernos que esforzar; bastaría con decirle que sí a cada persona que cruza por nuestro lugar de trabajo interrumpiendo y pidiéndonos algo más.

“No hay cosa más inútil que hacer eficientemente aquello que no tenemos por qué hacer”.

Por eso la enorme importancia de saber qué es para nosotros lo que ocupa ese primerísimo lugar y que debe servir como guía para todo lo demás.

En la mayoría de las organizaciones, a esta guía le llaman misión. En el caso de las personas podríamos llamarle visión, principios o valor.

Y así cada cosa que hagamos, nuestros estudios, nuestro trabajo, cada acción debería de estar guiada por esa principal razón.

El trabajo que elijamos, los hobbies que escojamos, las actividades que hagamos, todas debiesen estar amarradas a esta razón; así, cualquier otra cosa, por importante o urgente que parezca, si no está ligada con esta razón principal, no necesariamente lo será.

De modo que la pregunta que queda ahora es: Para ti ¿Cuál es tu principal razón?

domingo, 8 de noviembre de 2009

¿Las redes sociales el futuro de la publicidad?

Afirmar hace unos años que el futuro de la publicidad estaría ligado a Internet, donde las redes sociales juegan un papel primordial, hubiera parecido una frivolidad, sin embargo si lo afirmamos hoy seguro que no le resulta a nadie una sorpresa. Y es que ¿quién le iba a decir a Google que el crecimiento desmesurado en los últimos años de redes como Facebook, iba a poner en peligro su hegemonía de Internet?

Facebook, en sus apenas cinco años de vida cuenta con más de 300 millones de usuarios activos, más de 6 millones en España. El portal Twitter creado en 2006, superó el pasado 21 de octubre los 5.000 millones de tweets. En Tuenti, fundado el mismo año que la anterior, sus usuarios publican de media 2,6 millones de fotos cada día. Es asombroso este crecimiento que posibilita Internet, que una empresa consiguiera llegar a ese número de clientes y a esa proyección internacional era algo impensable antes. La red esta cambiando las reglas del juego.

En este nuevo entorno digital y global, donde los consumidores y clientes toman un papel mucho más activo, ya no son meros sujetos pasivos que reciben la información de las empresas, sino que estos nuevos medios digitales les permiten dar su opinión, expresarse acerca de los distintos productos o servicios que consumen, convirtiéndose así algunos de ellos en verdaderos líderes de opinión con un alto poder de influencia sobre el resto. Podemos decir que la red ha permitido a los clientes y consumidores hacerse con un trozo del poder en el mercado.

En este contexto las empresas tienen que saber adaptarse a las nuevas exigencias de consumo, comunicación y relación con el cliente. No solo podemos hablar a nuestros clientes sino que tenemos que aprender a escucharlos, no solo podemos preocuparnos de vender sino en aprender a relacionarnos con ellos.

A día de hoy sigue habiendo muchas dudas en las empresas, todas saben de la importancia de estos nuevos canales pero no saben como ni cuando tienen que estar. Las agencias de publicidad tampoco han tenido tiempo de asimilar estos cambios que se han producido en este corto periodo de tiempo, pierden cuota de mercado en favor de las nuevas agencias especializadas en medios digitales que han ido apareciendo. Es cierto que todavía queda mucho camino por recorrer en este sentido, pero cada vez está más claro que el futuro de la publicidad pasará por estos nuevos medios digitales de comunicación y en especial de las redes sociales.

Prisma social media

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