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miércoles, 24 de noviembre de 2010

Gestión de Ventas – Qué hacer cuando un potencial cliente dice “sólo estoy mirando”

Probablemente ya habrá comprobado este comportamiento bastante generalizado en la gestión de ventas al entrevistar a sus potenciales compradores. Tal vez lo habrá notado al intentar obtener sin éxito una entrevista con un potencial cliente o cuando se dirige a un visitante en su tienda y le dice “sólo estoy mirando”.
No, ni por un instante crea que se extingue la profesión. Es simplemente que no hemos comprendido que “nadie quiere que le vendan porque los consumidores y clientes hoy prefieren tomar siempre sus mejores decisiones de compra”.
A pesar de ello, los que venden o intentan hacerlo no deberían temer ante esta marcada evolución en el comportamiento de los actuales consumidores en su nicho. Es simplemente cuestión de analizar con detenimiento sobre los motivos que lo generan y realizar los ajustes necesarios para adaptarse a este nuevo escenario actual y futuro.
Los tres motivos principales que han ido modificando el comportamiento de todo individuo cuando desea satisfacer una necesidad o resolver un problema, son los siguientes:
1. El crecimiento de abundante información disponible en Internet en la última década y que seguirá creciendo de una manera aún más vertiginosa;
2. La evolución e inteligencia del consumidor, puesto que quienes saben lo que desean e investigan por su propia cuenta salen a comprar con total claridad y seguridad “el producto o servicio” y sólo requieren que se lo provean al mejor precio y condiciones;
3. La generalizada mala praxis en la gestión de ventas, que con el tiempo y la suma de malas experiencias ha ido modificando sus exigencias en la manera en que consideran que deben ser idóneamente atendido.
Ante este nuevo escenario, seguramente podrá preguntarse ¿qué es lo que puedo hacer para seguir vendiendo con éxito mis productos o servicios?
La respuesta más acertada surgirá sin duda luego de profundizar dichas situaciones y luego tomar las decisiones que correspondan según cada caso y la metodología de ventas que se aplica.
Respecto a los primero dos motivos señalados, deberemos aceptar que es el producto inevitable de los avances tecnológicos en el mundo en que vivimos y que también disfrutamos como consumidores.
Además, una vez que se avanza en este aspecto es porque estamos ante la presencia de un nuevo paradigma y, desde allí no existe posibilidad alguna de retorno sino por el contrario, nos llevará a continuar evolucionando inexorablemente hacia mejores y mayores medios de información disponibles con la consiguiente adaptación de los consumidores.
Por ello, Intentar minimizar, eliminar o retrotraer hacia el pasado a estas variables del nuevo paradigma en el que ya somos parte es imposible puesto que, al generalizarse, se convierten en variables incontrolables.
Sin embargo, al no poder modificar esta nueva realidad nos lleva a enfrentar un maravilloso desafío y que consiste en actuar sobre la tercera variable que es precisamente nuestra propia gestión de ventas y lo mucho que en ello podremos evolucionar y perfeccionar.
Aceptemos primero y con humildad que la gestión de ventas tradicional, la que se caracteriza por pensar sólo en el resultado a lograr con cada cierre como principal objetivo, dejando en un segundo plano la satisfacción del cliente actual o potencial ya no tiene cabida en este nuevo escenario.
Bajo esa modalidad, la de hablar y hablar, no atender ni comprender en profundidad lo que realmente desea el entrevistado ni interesarse en su persona, en sus opiniones y sentimientos, pero insistir únicamente hasta alcanzar nuestro cierre y pensando únicamente en los frutos que proveerá en términos de comisiones, a mí tampoco me gusta que me vendan. ¿Y a usted?
Si aceptamos que el cierre de cada venta es el producto de un proceso que deberá acontecer en la mente de cada potencial comprador y que, por su propia inteligencia y la maravillosa información a la que accede en Internet, estaremos dando el primer e importante paso de nuestra adaptación para este nuevo escenario.
El siguiente e importante paso se refiere a adaptar nuestra propia estrategia de promoción y venta según los gustos, preferencias y requerimientos de nuestros potenciales compradores en el nicho de mercado en que operamos y desarrollar la mejor metodología de gestión de ventas para transitar con éxito el camino más directo y seguro para generar los resultados de venta que deseamos obtener cada período del año.
Compruébelo usted mismo al investigar y analizar cómo lo están haciendo actualmente otras empresas similares y exitosas del mercado, y seguramente llegará a la conclusión de que ellos ya han estado haciendo en forma oportuna y exitosa los cambios necesarios en su estrategia y metodología de ventas como lo hemos descripto aquí.
Si actualmente se encuentra en una meseta caracterizada por ventas que no crecen, tal vez sea el momento más oportuno para comenzar a reformular su actual estrategia y metodología de ventas, puesto que “la venta constituye la medida del éxito en todo negocio o actividad independiente”.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Satisfacción y Servicios al Cliente – ¿Porque se quejan los clientes?

Las empresas invierten grandes sumas de dinero en satisfacer a sus clientes, unas actúan con más consciencia que otras, seguro. Saber que el cliente es lo más importante no es suficiente para garantizar un servicio “cinco estrellas”.
Podría asegurar que toda persona que atiende a un cliente lo ha escuchado, la pregunta es que hacemos para pasar del saber… al saber hacer.
Por lo general nos damos cuenta si el cliente está enojado cuando vemos a una persona levantando la voz, con cara de pocos amigos… algo parecido a un toro ingresando al ruedo. Uno de los factores detonantes considero que es la indiferencia y el maltrato.
Ayer por ejemplo tuve que dejar un documento en una institución del Estado y tras pasar los controles respectivos, me enviaron a una ventanilla, lo recibieron, habían tres personas, mientras yo esperaba se pusieron a revisarlo, y tras debates y llamadas internas, me dijeron que tenía que dejarlo en otras ventanilla…perdí 20 minutos.
Las instituciones del estado se caracterizan por las interminables colas, por la comunicación poco empática de sus funcionarios. Cuando tenemos que hacer un trámite en un ministerio por ejemplo, hay que encomendarse a Dios muchas veces, para que no te rechacen un documento por que la firma se salió del recuadro o porque no adjuntaste la copia o faltó un sello, etc. lo demás es historia conocida.
Para no ser injustos, quiero referirme a las personas que trabajan dentro de una institución del Estado, he conversado con muchas de ellas cuando capacito. Por lo general veo personas desmotivadas, que ven pasar los años, llevando a cuestas una rutina implacable.
La mayoría no está de acuerdo con un sistema que privilegia la norma por encima de las necesidades de los usuarios (como le llaman al cliente) sin embargo, con buenas intenciones no se logra mucho. Me comentaba uno de ellos de una mamá que descargaba su cólera contra sus hijos porque no era atendida generando presión de esa forma.
Las personas que acuden por un reclamo saben que se van a encontrar con respuestas como: “Lo siento señor pero la norma dice que…” ” Ese no es mi problema señor, usted sabía que…”
Otro de los factores recurrentes que enojan a un cliente es la promesa incumplida. Cuando un cliente “explota” no es que se levantó con ganas de hacerle la vida imposible a la empresa, simplemente pide que cumplan con lo que se le ofreció… tan simple como eso.
Cualquier persona que se siente maltratada por la indiferencia tiene como arma final hacer la “pataleta” como lo haría un bebe que no es atendido, amenazan con denunciar a la empresa, al agente y toda su parentela, se escuchan frases como esta “De aquí no me saca nadie hasta que venga el gerente y me solucione el problema”.
Más allá de la queja debemos leer que esa persona está pidiendo ayuda, que lo escuchen, en suma respeto. Me comentaba un administrador de una prestigiosa tienda de autoservicios, que una señora no dejó de gritar hasta tener en frente del Gerente de la tienda, cuando llegó lo único que le pidió la dama fue que la escuchara, no quería ninguna retribución, solo que la escuchen, como si quisiera desahogar el mal rato que pasó.
En el libro la queja es un regalo de Janelle Barlow y Claus Moller plantean algunos tips de como hacer frente a una queja. No soy partidario de las fórmulas, en este caso se trata de pasos, sentido común diría, que se pueden aplicar de acuerdo a las circunstancias:
Decir “gracias”
Explicar porque aprecia la queja
Disculparse por el error
Prometer hacer algo respecto a la queja inmediatamente
Solicitar la información necesaria
Corregir el error rápidamente
Comprobar si el cliente está satisfecho
Prevenir futuros errores
Si a usted le toca atender a un cliente molesto recuerde que detrás de ese comportamiento hay una persona que le está dando la oportunidad de ayudarla realmente… no la pierda.
Autor: Martín Alcandré Payat – Director – Gerente. Érathis- gestión & talento.

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