Según ha comunicado la compañía a través de un mensaje publicado en su red social (Google+),
con la publicación de este vídeo y algunas fotografías del diseño del
prototipo, Google pretende dar a conocer el futuro producto al público.
Además, busca el feedback con el target, invitando a todo aquel que
así lo desee, a dar su opinión sobre él.
En cuanto a tecnología, las gafas unirían el mundo real del
usuario con el virtual. Al iniciarse, le detallarían las funciones
disponibles. A partir de ese instante, el vídeo nos muestra algunas de
las opciones que las gafas nos permitirían: usar la agenda, informarnos
sobre el tiempo, usar el correo electrónico, advertirnos en tiempo
real sobre incidencias en el transporte público, usar Google Maps,
comprar entradas para conciertos, programar alarmas, hacer fotografías
y compartirlas en las redes sociales, enviar y recibir vídeo llamadas…
En cuanto a diseño, tendrían una apariencia ligera, elegante y futurista.
Al terminar el vídeo y habiéndome sentido algo protagonista (un poco como en los videojuegos), me pregunté: “¿cuánto costaría un producto así?”.
Si una tableta no está al alcance de todos, unas gafas de realidad
aumentada… y después vendrán las fundas, las almohadillas para que no
se te claven, los “portagafas” o los “limpialentes”.
Lo sé, es el proceso lógico: los primeros en disponer del dispositivo
serían los agraciados con mayor poder adquisitivo. Pero, debo reconocer y
reconozco, que me encantaría probarlo. Me parece un producto algo
esclavo pero me gusta.
Casi 10 millones de visitas en 5 días en el canal de Google en Youtube, además de la difusión en toda clase de medios, me conducen a sospechar que no soy el único a la que la idea le ha cautivado.
Desde su publicación, el 4 de abril, el vídeo no ha dejado de
propagarse. Puedo comentar, porque le he hecho un seguimiento durante
estos días, que el día siguiente de su subida a Internet ya fue TT (Trending Topic) en Twitter y que el mayor incremento de reproducciones en Youtube, se produjo entre el 5 y el 6 de abril.