Home

Powered By Blogger
Mostrando entradas con la etiqueta negocios. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta negocios. Mostrar todas las entradas

miércoles, 19 de octubre de 2011

Felicidad Interior Bruta: ¿El dinero da la felicidad?

“El que diga que el dinero no puede comprar la felicidad es porque no sabe dónde ir de compras”.

Por un lado, la relación resulta obvia. Nadie puede negar que tener suficiente dinero para cubrir las necesidades básicas –alimentos, abrigo y vivienda- te hace más feliz, o al menos te libera del estrés que conlleva vivir bajo serias restricciones. Y cuanto más dinero tienes, más cosas que te proporcionan felicidad puedes comprar, ya sea el iPhone4, un coche nuevo o una bufanda de cachemir. Por otro lado, esos objetos materiales no suelen proporcionarnos la misma felicidad que, por ejemplo, pasar la mañana con tus hijos en la playa o mantener una buena conversación con un viejo amigo.
“La relación entre dinero y felicidad es complicada”, dice Ed Diener, profesor emérito de Psicología en la Universidad de Illinois, que investiga sobre temas de cuantificación de la felicidad. “A igualdad de condiciones, tener más dinero siempre va a ser bueno. Pero aunque el dinero te puede hacer más feliz hay cosas que introducen complejidad en dicha correlación”.
Efectivamente, tener más dinero nos hace más felices, pero la felicidad también depende de otras cosas, como vivir -o no- en un país económicamente avanzado, el modo en que gastas tu dinero, cómo comparas tu riqueza con la de los demás o qué importancia le concedes a tu tiempo.
En la década de los 70 se podían contar con los dedos de una mano los investigadores que estudiaban el tema de la felicidad humana, y existían muy pocos datos fiables que cuantificasen el bienestar individual o nacional. Por aquél entonces los estudios sugerían que por encima de determinado mínimo los ingresos sólo tenían un modesto efecto sobre la felicidad. En cualquier sociedad la gente rica era más feliz que la gente pobre, pero los ciudadanos de países ricos no eran mucho más felices que los ciudadanos de países de riqueza media e incluso pobres. Este resultado, conocido como la Paradoja Easterlin en honor de Richard Easterlin, el economista que observó esta relación por primera vez, sugería que era el ingreso relativo –y no absoluto- el que estaba vinculado a la felicidad. En otras palabras, lo que importa es tener lo mismo que el vecino.
Las investigaciones sobre la felicidad han recorrido mucho camino desde entonces. Hoy en día se dispone de mejor información y muestras mucho más representativas para cuantificar tanto los niveles personales como nacionales de felicidad. Asimismo, mucha más gente trabaja en este campo –desde economistas a sociólogos y psicólogos-, y ahora la mayoría están de acuerdo en el fuerte vínculo existente entre el nivel de desarrollo económico de un país y la felicidad de sus ciudadanos.
De hecho, los líderes políticos –incluyendo el primer ministro británico David Cameron y el presidente francés Nicolás Sarkozy-, han declarado que puede que la felicidad sea la clave para mejorar el modo en que se cuantifican los estándares de vida de un país. En su opinión, en lugar de tener en cuenta únicamente el producto interior bruto -la cantidad de bienes y servicios producidos en el país-, también deberían considerarse otros factores como el grado de satisfacción que tienen los ciudadanos con sus vidas.
No obstante, resulta muy complicado precisar la conexión entre dinero y felicidad, aunque sea una definición muy sencilla e universal. Algunos críticos señalan que averiguar cómo determinar el éxito de un país a través de su bienestar resultaría igual de complicado.
País a país
Los profesores de Empresa y Políticas Públicas de Wharton Betsey Stevensony Justin Wolfers, y el estudiante de doctorado Daniel Sacks han desenterrado todos los estudios multinacionales sobre bienestar a los que han tenido acceso y los han cruzado con las estadísticas internacionales sobre desarrollo económico disponibles. Los datos recopilados por este equipo cubren un total de 40 años, 155 países y cientos de miles de individuos. Los resultados muestran que “existe una relación robusta entre el bienestar y el desarrollo económico”, explica Wolfers. Esta investigación está publicada en un artículo titulado “Subjective Well-Being, Income, Economic Development and Growth” (“Bienestar, renta, desarrollo económico y crecimiento subjetivos”).
El dinero está estrechamente asociado con el bienestar, un resultado que se sostiene cuando se compara la felicidad de dos individuos dentro del mismo país -donde uno es el 10% más rico que el otro-, o la felicidad media de dos países –donde la renta per cápita de uno supera en un 10% a la del otro-. “La paradoja de Easterlin intuitivamente tiene sentido, pero parece ser que los resultados obtenidos en las investigaciones sobre felicidad del pasado no eran hechos, sino más bien cosas que deseábamos que fuesen ciertas”, señala Wolfers. “Se trataba de una hipótesis tremendamente tranquilizadora; nos permitía dormir mejor por las noches sin preocuparnos por el sufrimiento humano en Burundi, ya que sugería que la gente en Burundi era simplemente tan feliz como nosotros”.
Easterlin, que da clases en la Universidad de Southern California, no se ha retractado. El mes pasado publicaba un nuevo artículo en el que concluía que en 37 países del mundo, pobres y ricos, los niveles de bienestar no habían aumentado al mismo ritmo que sus niveles de renta en el largo plazo. Así, en Chile, China y Corea del Sur, la renta per cápita se había duplicado en veinte años pero los informes mostraban incluso ligeros retrocesos en los niveles de satisfacción de los ciudadanos con sus vidas.
Sin embargo, Wolfers sostiene que el crecimiento económico contribuye a financiar las inversiones en investigaciones científicas asociadas a vidas más saludables y longevas. Wolfers señala varios indicadores económicos que tienen una fuerte correlación con lo que la gente entiende por bienestar. La mortalidad infantil es uno de ellos. En Estados Unidos la probabilidad de que un recién nacido fallezca antes de los cinco años ha disminuido considerablemente a lo largo de los últimos 50 años: hoy en día la probabilidad es 7,8 por cada mil nacidos, mientras que en 1960 dicha cifra era del 30 por mil. En Burundi, uno de los países más pobres del mundo (y que está situado en las últimas posiciones en todos los ranking sobre felicidad en el mundo), la mortalidad infantil en la actualidad es 166,3 por mil, según datos del Banco Mundial.
En los últimos 30 años, la esperanza de vida en Estados Unidos ha aumentado prácticamente un año cada década. Hoy en día, si los patrones de mortalidad actuales se mantienen, se espera que un recién nacido estadounidense por término medio cumpla los 78,44 años (en 1970 dicha cifra era 70,81 según el Banco Mundial). En Burundi la esperanza de vida media es 50,43.
“Se han producido diversas transformaciones”, dice Wolfers. “La mayor productividad de Estados Unidos significa que disponemos de opciones que nuestros amigos de Burundi no tienen. Y dichas elecciones están a nuestro alcance gracias a nuestro mayor nivel de compra”.
En opinión de Wolfers, la renta relativa es importante, pero sólo en los extremos. “Parece que lo único que nos importa es tener lo mismo que el vecino. Pero si el vecino vive en un país rico y tú también, los dos estáis más felices de lo que estarías viviendo en un país pobre. Los niveles de desarrollo económico son muy diferentes de país a país. La pequeña satisfacción que sientes cuando superas al vecino realmente no tiene importancia en un país como Burundi, donde tu preocupación es que tu hijo se está muriendo”.
No obstante, a la gente lo que le preocupa es su posición y estatus relativo. Según Sonja Lyubomirsky, profesora de Psicología en la Universidad de California, Riverside, que estudia el bienestar humano, en Estados Unidos las comparaciones y juicios relativos importan mucho. “Las investigaciones sugieren que sólo cuando te recortan el sueldo, o pierdes tu trabajo, te muestras considerablemente menos satisfecho con tu vida”, explica. “Pero cuando todo el mundo empeora tus niveles de satisfacción siguen más o menos igual”.
Un conocido estudio de hace una década revelaba que la gente prefiere vivir en un mundo en el que su salario anual fuese 50.000 dólares y el de los demás 25.000, que en un mundo en el que ganase 100.000 dólares y los demás 200.000. “Para algunos este resultado muestra el lado oscuro de la naturaleza humana, pero para mí revela una verdad demasiado humana: nos preocupan más las comparaciones sociales, estatus y posición que el valor absoluto en nuestra cuenta bancaria o nuestra reputación”, señala Lyubomirsky.
Pero independientemente del dinero que tenga cada uno hay estrategias de consumo que maximizan nuestra felicidad individual. Por ejemplo, gastar dinero en los demás, bien sea un acto filantrópico o invitando a un amigo a comer, nos hace más felices que gastar dinero en nosotros mismos. Gastar dinero en cualquier cosa que fomente el crecimiento personal –clases de francés o de cocina-, o en actos sociales suele hacernos más felices que gastarlo en aventuras en solitario.
Gastar dinero en muchas pequeñas cosas en lugar de una única cosa grande también nos hace más feliz. “El motivo es que si gastas tu dinero en una sola cosa de gran valor te acostumbras, pero con muchas cosas de pequeño valor se producen más periodos de adaptación así que la felicidad dura más tiempo”, dice Lyubmirsky.
Gastar dinero en experiencias –por ejemplo un viaje especial-, en lugar de posesiones también nos hace más feliz. “Las experiencias que sean sociales… probablemente se recuerden más y no son comparables”, añade. “No sabes si tu vecino tuvo una luna de miel mejor que la tuya”.
El enfoque filosófico
No obstante, cuando se pregunta a la gente una variación de la cuestión “¿Qué te hace feliz?”, para la mayoría el dinero no ocupa una de las primeras posiciones. Según el profesor de Gestión de Wharton Stewart Friedman, en general, los encuestados suelen responder cosas como cultivar relaciones de calidad con amigos y familia, hacer una contribución positiva al mundo o “tener tiempo para ellos mismos, para recuperarse y rejuvenecer”.
Friedman, cuyas investigaciones se centran en la intersección entre el comportamiento organizativo y la integración familiar y laboral, da clases sobre liderazgo a partir de su experiencia de dos años en Ford. En las clases guía a estudiantes a través de diversos ejercicios para que identifiquen cuáles son sus principales valores y sepan reconocer qué es lo que más les importa; luego les ayuda a averiguar cómo gestionar su trabajo, familia y compromisos con la comunidad para que sus vidas y valores estén en la misma línea. “Los resultados que la gente espera tienen mucho que ver con su bienestar y felicidad”, dice. “Quieren contribuir a que el mundo sea un lugar mejor, un lugar más seguro. Reconocen la importancia de las intenciones”.
En opinión de Diener, científico senior en Gallup, después está el tema de cómo definen los individuos la felicidad. Este verano Gallup realizaba una encuesta a nivel mundial a más de 136.000 personas en 132 países que incluía preguntas sobre la felicidad y la renta. También había cuestiones sobre su renta y estándares de vida, sobre si sus necesidades básicas de comida y vivienda estaban cubiertas, qué tipo de bienes poseían y si sentían que sus necesidades psicológicas estaban satisfechas. La encuesta incluía una evaluación global de sus vidas, ya que pedía a los entrevistados que evaluasen su vida de diez (la mejor posible) a cero (la peor posible). También preguntaba si se sentían respetados, si tenían familias y amigos con los que poder contar en caso de dificultad, y lo libres que se sentían a la hora de elegir sus actividades diarias.
Los resultados muestran que aunque la satisfacción normalmente aumenta con la renta, las sensaciones positivas que se experimentan en el día a día no siguen necesariamente la misma pauta. “Observando el nivel de satisfacción de nuestra vida –cuando miramos hacia atrás y la evaluamos-, la gente podría decir En general está bastante bien. Estoy casado/a, tengo trabajo, tengo salud. Se puede ver una fuerte correlación en todas partes del mundo entre la renta individual y nacional y los niveles de felicidad”, explica Diener. “Por otro lado, cuando estudias la felicidad asociada a determinados momentos -¿disfrutas con tu trabajo? ¿Estás aprendiendo cosas nuevas? ¿Estás pasando tiempo con tus amigos?- entonces apenas existe correlación con el dinero. Esta felicidad está fuertemente asociada con otros factores, como sentirse respetado, tener autonomía y apoyo social o tener un empleo que te llene”.
Según Diener, uno de los obstáculos a la felicidad es el “problema de aspirar siempre a algo más”, también conocido simplemente como materialismo. “Las aspiraciones crecen tan rápidamente que la gente se siente decepcionada con la cantidad de dinero que gana porque siempre quiere más”, señala. “Todos los días vemos en la televisión películas y programas sobre gente que gana un montón de dinero y compra yates de 20 millones de dólares. Es algo que ocurre en todas las partes del mundo; nuestro informe nos dice que en los países en desarrollo hay más gente que tiene televisores que agua potable en sus casas. Los medios de comunicación han aumentado rápidamente las aspiraciones de la gente”.
Después también está el tema de cómo has conseguido el dinero, cómo lo gastas y cómo empleas tu tiempo, señala Diener. “Si tienes dinero porque eres el abogado de una gran empresa, trabajando 80 horas a la semana, entonces posiblemente estés cansado. Trabajas muchas horas y en tu vida no tienes mucho tiempo para otra cosa que no sea el trabajo. Posiblemente te gastes tu dinero en una niñera, una asistenta y todas esas cosas que necesitas para permanecer a flote, no realmente en cosas que te hacen feliz”.
El tiempo, siempre presente
Cassie Mogilner, profesora de Marketing de Wharton, estudia precisamente este tema. Sus investigaciones se centran en la relación entre el tiempo y la felicidad, y estudia cómo la decisión de una persona de pensar en términos de tiempo –en lugar de dinero- puede influirle de forma que dedicará más tiempo a cosas que le hagan feliz.
En una serie de experimentos, Mogilner analizaba qué ocurría cuando los participantes pensaban sobre el tiempo, incluso fugaz o subconscientemente, y si ello tenía algún efecto sobre su comportamiento y felicidad. El primer experimento se llevó a cabo online. Se facilitaron a los participantes diversas palabras relacionadas bien con el tiempo, con el dinero o neutras, y se les pidió que creasen todas las frases que pudiesen con esas palabras en tres minutos. (Por ejemplo, en el primer grupo los participantes tenían que construir frases con términos como “reloj”, “días”, “horas”, mientras que en el segundo se enfrentaban a palabras como “salud”, “precio” o “efectivo”).
Después, se pedía a los participantes que completasen una encuesta sobre cómo tenían pensado pasar las próximas 24 horas, donde también debían evaluar cuánta felicidad les proporcionaban las actividades señaladas. Aquellos que habían estado en contacto con las palabras vinculadas al tiempo declaraban que pasarían más tiempo socializando con la familia y amigos o bien teniendo relaciones íntimas, actividades que además les proporcionaban más felicidad. Pero aquellos que habían estado en contacto con palabras vinculadas al dinero manifestaban que iban a pasar más tiempo trabajando o viajando para ir al trabajo, actividades asociadas con niveles muy bajos de felicidad.
Un segundo experimento se llevó a cabo en una cafetería muy popular entre los estudiantes universitarios. Cuando los estudiantes entraban se les pedía de nuevo construir frases con palabras relacionadas con el tiempo, palabras relacionadas con el dinero o palabras neutras. Después se les dejaba entrar. Desconocían que en la cafetería había un investigador observando su comportamiento, mirando si estaban hablando por el móvil, enviando un SMS o hablando con otras personas o bien trabajando con sus ordenadores o leyendo algo relacionado con sus estudios.
Al igual que en el primer experimento, aquellos que habían estado en contacto con palabras relacionadas con el tiempo eran más proclives a estar socializando, mientras que la probabilidad de estar trabajando era mayor para aquellos que habían construido frases con palabras relacionadas con el dinero. Cuando los estudiantes abandonaban la cafetería se les preguntaba que cuantificasen su nivel de felicidad en ese momento; aquellos que habían estado socializando eran más felices que aquellos que habían estado trabajando. Los resultados de estas investigaciones aparecen en el artículo “The Pursuit of Happiness: Time, Money, and Social Connection” (“Persiguiendo la felicidad: Tiempo, dinero y conexiones sociales”), publicado en la revista Psychological Science.
La conclusión obvia es que todos necesitamos pasar más tiempo socializando con nuestros amigos y seres queridos para ser más felices, ¿no? No necesariamente, dice Mogilner. “Yo no digo que la gente deba dejar de trabajar. Para mucha gente el trabajo es una fuente muy importante de satisfacción personal”, explica. “Pero mis investigaciones indican que, además de nuestras carreras profesionales, también debemos cuidar la familia y las relaciones sociales. En el margen, cuando estamos pensando en trabajar una hora más en la oficina o bien irnos a casa y pasar algo más de tiempo con nuestra familia o amigos, si optas por lo último tendrás más felicidad”.

jueves, 7 de julio de 2011

Tácticas para generar dinero a partir de tus ideas y creaciones mentales.



1) Analiza cuáles obstáculos te están deteniendo a ver nuevas posibilidades de generar más ingresos.
¿Será la inseguridad que sientes? ¿Y qué me dices de la desmotivación? ¿Cómo está tu autoestima? Estos sentimientos te van a mostrar ciertos obstáculos internos y externos que necesitas que derribar antes para luego crear en tu mente nuevas posibilidades y acciones para lograr mayor prosperidad. Estos obstáculos muchas veces son mentales, se conforman por pensamientos o interpretaciones que tienes sobre tí mismo y sobre tu capacidad de ser, hacer y tener lo que deseas. Si no trabajas primero en analizar qué te está deteniendo, qué cosas nublan tu observación y por ende tu acción, será muy difícil pasar al siguiente nivel.

2) Diseña nuevas posibilidades y alternativas de generación de ingresos a partir de tu expertise y de tus pasiones.
Una vez limpiado el camino de los obstáculos (tienes que trabajar fuertemente antes en el paso 1), predisponte a encontrar en ti aquello en lo que eres bueno y que te apasiona. Identifica tus fortalezas, tus dones, tus habilidades; esto es lo que tienes que poner en acción. Cuando descubres qué oferta puedes brindarle al mundo y lo haces con todo tu ser y con todo tu corazón, aparece la posibilidad de generar más ingresos y todo comienza a fluir naturalmente. El descubrimiento de tu propio VALOR es la llave que te abrirá las puertas a recibir más abundancia en tu vida. Haz una lista de estas alternativas que te encanten, que disfrutes y escribe al lado formas de generar ingresos haciéndolas.
3) Trabaja en planes de metas concretos para llevar a cabo las alternativas que listaste en el punto 2.
Para cada una de las alternativas, escribe un plan de pasos que necesitas cumplir para poder lograrlo.
4) Ejecuta los planes del paso 3!
No veas el dinero como algo tangible. El dinero es una energía que fluye y es directamente proporcional al valor que sientes sobre quién eres y sobre qué eres capaz de ser, hacer y tener. Para mejorar tu economía querido lector, no queda otra que “meterte” contigo mismo. Bucear por tu ser. Tienes que recobrar tu motivación, tu entusiasmo, conectarte con lo que eres capaz de hacer, con tus virtudes, con lo que te hace bien, con lo que te impulsa a ser mejor.
Si no trabajas en descubrir y reconocer cuánto vales, será muy difícil que veas ingresar mayor dinero a tu vida.
“El trabajo no debería ser otra cosa que la comercialización de tus hobbies” es una frase que leí por ahí, y qué bien viene en este momento.
Vamos, ponte en acción siguiendo estos pasos. ¡Convierte tus ideas en dinero! Verás lo que ocurre dentro de unos días.

jueves, 3 de marzo de 2011

10 ideas de negocios con futuro

Hay un casticismo español, que dice que “pinta en bastos” cuando el entorno no es favorable. Antes de 2008, con iniciativa y una cierta visión empresarial había muchos negocios con futuro. Ahora y en los próximos años definitivamente pintará en bastos, por lo que es necesario ser muy selectivo a la hora de emprender.
Conviene tener en mente cuando emprendamos un proyecto -porque nos jugamos nuestro capital, y a veces no existen segundas oportunidades-, que existen negocios de muy diversas clases. Podríamos hablar de negocios procíclicos, que son aquellos que suelen resultar los más dañados en tiempos de crisis.
El ejemplo típico suelen ser constructoras o bancos. Existe otro tipo de negocios que en principio son más resistentes a la crisis por su naturaleza de primera necesidad -farmacéuticas y funerarias- o acíclicos. Y por último, están aquellos que funcionan mejor con los ciclos económicos negativos o contracíclicos, como por ejemplo las empresas de recobros a morosos o todos aquellos tipo low-cost.
En éste breve artículo expondré algunas ideas de negocios con mucho futuro pese a la crisis. Espero que les gusten.
1. Reciclar. Se trata de un negocio sostenible basado en aprovechar aquello de lo que la gente se quiere desprender: ordenadores, teléfonos móviles, vidrio, basura o cualquier otra cosa. De hecho, la mujer más rica del mundo es una china llamada Zhan Yin, y se hizo multimillonaria reciclando basura.
De entre los negocios que estan teniendo más éxito, está el de reciclado de cartuchos de tinta, un líquido al que ahora se denomina “oro negro” del siglo XXI.
2. Franquicias. Las franquicias son básicamente como cualquier otro negocio, pero pese a estar formadas por una red de pequeños negocios, permiten beneficiarse de economías de escala, de un nombre fácilmente identificable y de un know how o saber hacer que de otra manera sería imposible obtener. El único problema es que hay que pagar un cánon de enganche y un porcentaje sobre beneficios.
Pese a que la oferta de franquicias es interminable, conviene elegir con detalle el sector, la franquicia y por supuesto asesorarse bien. No todo lo que suene a franquicia es necesariamente rentable.
3. Negocios multinivel. También llamados MLM, venta directa, o multi-level marketing, se basan en incentivar no sólo las ventas que produzcan los vendedores de la compañía, sino también las que proporcionan otros “vendedores ocasionales” que integran de una manera más o menos informal en la estructura de ventas. Por ejemplo, el banco ING Direct o la teleoperadora Jazztel premian a sus clientes con jugosos descuentos (o premios) por cada cliente que recomienden, tejiendo una red muy amplia. Otras empresas muy conocidas son Avon o Herbalife.
Se trata de un negocio muy de moda, con bajo riesgo, pero que requiere un carácter extremadamente comercial.
4. Negocios híbridos. ¿Alguna vez ha pensado en abrir una peluquería-librería?. ¿O un restaurante-teatro?. ¿O tal vez una librería-perfumería-floristería. La lista de variantes es ilimitada… algunas empresas ya se han dado cuenta de que los hombres apenas se interesan en comprar ropa, pero tal vez si se vende ropa en un bar, se muestren más propensos en hacerlo.
Los negocios híbridos suponen una optimización de espacio, una oportunidad para hacer venta cruzada -cross selling- a la vez que una ventaja de economías de alcance (ofrecer un abanico de productos más amplio). Su imaginación es el límite.
5. Negocios para la tercera edad. Se trata de un sector acíclico, con poder adquisitivo (suelen tener la vida resuelta) y con un mercado creciente en Europa y Japón (algo menos en LatAm). Existen grandes oportunidades en residencias de ancianos, agencias de cuidadores, y otras más curiosas como las hipotecas inversas. Ésta modalidad de hipotecas se basa en que una empresa aporta al anciano un sueldo para pasar sin estrecheces sus últimos días, a cambio de que a su fallecimiento la vivienda pase a manos de la empresa.
6. Oficios muy especializados. Históricamente los oficios no han sido muy bien pagados. Sin embargo, en los últimos años, y ante la falta de vocaciones, cada vez se demandan más oficios muy especializados y que están altamente remunerados en función de la exclusividad y pericia del trabajador: cocineros de alta cocina, jardineros muy capacitados, alta peluquería, trajes y zapatos hechos a medida, tapicerías, ¿tal vez también corbatas?. Añada un toque de diseño, personalidad y glamour a su manufactura.
7. Mascotas. Normalmente resulta mucho más económico prestar servicios a animales que a personas, y se suele percibir una cantidad superior al haber muy poca oferta. Peluquerías para perros y gatos, alimentos, paseadores de perros, hoteles para dejar su mascota en vacaciones, venta de animales, cementerios de animales. Se sorprendería de lo que la gente es capaz de pagar por complacer a su mascota… obviamente tendrá que estar siempre muy cerca de un gran mercado del lujo.
8. Alquiler. Alquilando se saca más rendimiento que vendiendo, y en tiempo de crisis la gente compra menos. ¿Un traje de novia?, ¿un chaqué?, ¿un traje para una entrevista de trabajo?, ¿un coche?, ¿una ducha en un aeropuerto?, ¿una cama para echar una siesta de una hora?, ¿herramientas de bricolaje?. Lo que se le ocurra.
9. Low-cost. Hay mucho por inventar en el mundillo del low cost. Los hoteles-nichos japoneses -ver punto 8- que consisten en pequeños cubículos de 1 x 1 x 2 metros, alquilar un coche compartido o viajar de pie en los aviones -algunas compañías ya estudian implementarlo-.
10. Mandados y recados. Vivimos muy deprisa, cada vez más. Hay muchas cosas que no tenemos pero la principal es tiempo, y en muchas ocasiones ganas. Ya existen algunas empresas al estilo Teleamigos, donde puedes contratar a tres amigos por horas para jugar al póker y apenas notarás la diferencia. También existen empresas de actores y actrices que te permiten llevar a tu falsa novia a una cena con tus padres o de negocios. Es triste pero vende…
Cualquier tipo de recado es un servicio en imprescindible cuando se presentan improvistos; pasear mascotas -ver punto 7-, recoger a los niños del colegio o a un amigo del aeropuerto, llevar un paquete, recoger tu coche del taller, o los “maridos de alquiler” que hagan tus pequeños arreglos de bricolaje.

miércoles, 19 de enero de 2011

Cómo sobrevivir a una moda pasajera

Es difícil no darse cuenta cuando algo se pone de moda. Es el caso de las Silly Bandz, las pulseras de goma que se convirtieron en un producto obligatorio para los niños este verano; o los muñecos de trapo Beanie Babies; o incluso el cubo de Rubik.
La popularidad de estos productos se dispara como un cohete, pero se desvanece a la misma velocidad. Hay quien cree que esto sólo pasa con las cosas orientadas a los niños. Sin embargo, los adultos no son inmunes a estas modas pasajeras.
¿No se acuerdan de haber visto a muchos adultos usando Crocs?
Aunque esas fiebres pasajeras presenten desafíos a las empresas responsables de ellas, también pueden significar oportunidades si quién las gestiona invierte lo que ha ganado con ellas en un negocio sostenible.
¿Pero qué es una moda pasajera exactamente?
Bryan Lilly, profesor de Marketing de la Universidad de Wisconsin, define ese tipo de moda como un aumento súbito e imprevisible de las ventas debido a que el consumidor compra un producto por su popularidad y también porque lo considera útil. Lilly observa que, aunque los productos de moda acaben experimentando un declive abrupto de las ventas, los ingresos no tienen porqué desaparecer.
El último de estos productos obligatorios para un número cada vez mayor de niños —y para muchos adultos también— son las Silly Bandz, pulseras de colores brillantes con la forma de animales, letras, princesas y dinosaurios, etc. Un paquete de 24 de esas pulseras —que ya tiene incontables imitaciones— se vende a cerca de $50 pesos y está a la venta en tiendas de juguetes, farmacias e incluso en tiendas de artículos domésticos.
Robert Croak, fundador de BCP Imports, fabricante de las Silly Bandz, dijo recientemente a Wall Street Journal que la facturación anual de las pulseras había superado los $ 100 millones.de dolares Ex-promotor de conciertos de Toledo, Ohio, Croak comenzó a fabricar y a vender las pulseras después de ver un producto semejante en Japón. Aunque él haya declarado al periódico que BCP está intentando diversificar la producción con el lanzamiento de otros accesorios igual de “ingenuos”, como botones y collares, aceptando inclusive sugerencias de los fans por Internet, muchos expertos advierten que, según muestra la historia, la popularidad de las pulseras es una burbuja esperando el momento de estallar.
Jonah Berger, profesor de Marketing de Wharton, destaca que las fiebres pasajeras no se restringen a juguetes y aparatos tecnológicos. De acuerdo con Berger, también aparecen en sectores como la educación y la gestión. Six Sigma, por ejemplo, el sistema de Gestión de calidad introducido por Motorola en 1981, hizo furor después de que fuera adoptada por empresas como General Electric, pero hoy, ya no provoca la misma expectación.
Berger dice que las modas se generan sobre todo alrededor de los productos que comunican alguna cosa relacionada con la identidad social. “Las modas suelen surgir en situaciones en que las personas imitan el comportamiento de otras. Ocurren, sobre todo, en situaciones en que un grupo tiene estatus superior o disfruta de una exclusividad que otros desean para sí mismos”. El vestuario y la música son terrenos fértiles para ese tipo de modas, porque son una forma de comunicar algo relacionado con la identidad de una persona y su estilo, mientras que los productos más asociados a fines prácticos —una nevera, por ejemplo— no tienen la misma fuerza de comunicación y, por eso, difícilmente generan tendencias.
La conexión con la identidad social también puede hacer que se abandone una moda pasajera.
En 2008, un estudio, en el que Berger participó, probó cómo funcionan las modas en el mundo real. Ellos vendieron la pulsera amarilla Livestrong popularizada por el ciclista Lance Armstrong a un grupo de alumnos de la Universidad de Stanford. Una semana después, los investigadores vendieron la misma pulsera a otro grupo de alumnos conocidos por su dedicación a los estudios académicos y que tenían fama de estudiosos. Una semana después de que adoptaran las pulseras, hubo una caída del 32% en el número de alumnos del primer grupo que había adoptado el accesorio.
“Los estilos generalmente comienzan con un grupo, y otro grupo empieza a adoptarlo porque quiere parecerse al primero”, dice Berger. Pero cuando el segundo segmento adopta la tendencia, “su significado tal vez ya se haya perdido”.
El trabajo de Berger muestra que las empresas necesitan tener mucha cautela a la hora de estimular la adopción demasiado rápida de un nuevo producto. Un estudio de 2009 en el que Berger participó analizaba la popularidad de los nombres en EEUU y en Francia en los últimos 100 años. Los investigadores descubrieron que mientras más rápido se difundía un nombre, más deprisa perdía su popularidad.
“Muchas veces, las empresas quieren productos que sean aceptados rápidamente”, dijo Berger. “Ellas creen que mientras más personas tengan información acerca de alguna cosa, y mientras más boca a boca haya, mejor. Pero en algunos segmentos, principalmente en los sectores asociados a la identidad, ya se trate de nombres, música, coches o ropa, una aceptación demasiado rápida está íntimamente ligada a una desaparición igual de veloz”.
Esa tendencia se repite hasta la extenuación. En 2008, Nielsen SoundScan y Billboard publicaron un estudio de marketing que analizaba las ventas de las grabaciones de más de 1.000 artistas entre 1992 y 2006. La investigación concluyó que había un número mayor de artistas debutando en los primeros puestos de la lista de Billboard 200, sin embargo el número de discos vendidos de forma colectiva era menor. Por otro lado, los que habían comenzado en la zona baja de la lista, y habían conquistado fans de forma más lenta, vendieron más discos.
Hush Puppies y Crocs
En algunos casos, sin embargo, una moda que parecía haber muerto de forma prematura experimenta un renacimiento.
Juanjuan Zhang, profesora de Marketing de la Sloan School of Management, del MIT, llama la atención sobre la renacida popularidad de los Hush Puppies. La marca, creada en 1958, estaba pasada de moda a finales de los años 90. Pero, en 1994, los zapatos obtuvieron una súbita popularidad entre la gente que frecuenta los clubs de Manhattan. Los grandes diseñadores, como Anna Sui, incluyeron los zapatos en su colección y los Hush Puppies se pusieron de moda otra vez.
Esa tendencia, relatada en el libro de Malcolm Gladwell, El momento clave del cambio: cómo pequeñas cosas pueden hacer una gran diferencia, dio un gran impulso a Wolverine World Wide, dueña de Hush Puppies. La moda, sin embargo, acabó desgastándose, seguido de un problema ya previsto: exceso de oferta y consiguiente reducción de precios. Pero, aunque los zapatos ya no causen el mismo furor en EEUU que hace diez años, continúan siendo un buen negocio. Wolverine registra un fuerte crecimiento fuera de EEUU. “Es posible que haya un beneficio en la percepción de la marca a largo plazo mayor del que imaginábamos”, dice Zhang.
Para los expertos, los gestores inteligentes descubren oportunidades aún cuando una moda está perdiendo fuerza. Si, por ejemplo, las empresas fueren capaces de comprender los diferentes compradores que se suman a las modas, podrán perfeccionar su oferta maximizando el alcance de esos diferentes públicos, dijo Lilly.
En 2003, Lilly publicó un estudio en el Journal of Consumer Marketing con base a una encuesta realizada a 146 personas en que los compradores de productos de moda se dividían en siete categorías.
Entre ellas:
1- facilitadores (padres que hacen, de hecho, la compra de productos de moda para niños seducidos por ella);
2- los conscientes de la situación (compran de forma súbita ítems “atractivos” con la esperanza de transmitir algún tipo de impresión); y
3- los indiferentes (compran simplemente porque el producto atiende a sus necesidades, y no porque crean que el producto es “lo más”).
Incluso cuando una moda acaba, dice Lilly, puede existir un negocio menor, y sostenible, que puede funcionar en algunos de esos segmentos escogidos anteriormente, sobre todo en lo que concierne a un grupo que él llama “hobbyists”, es decir, gente que compró el producto en el auge de su popularidad, pero no dejó de usarlo después de que pasara de moda. “En los últimos 10 a 15 años, dado el avance observado en las bases de datos (y en las tecnologías que tratan esas listas), las empresas están mucho más atentas a esa base fundamental de compradores”.
Pero llegar a ese núcleo duro de fans requiere un desarrollo y un marketing de producto muy avanzados.
Leonard Lodish, profesor de Marketing de Wharton, cita Facebook como un buen ejemplo de empresa que evitó el síndrome del éxito efímero. Lodish recuerda que un miembro de su familia —alguien que se considera muy conectado a todo lo que está de moda— decía que Facebook sería una moda pasajera. “Esa persona se equivocó porque, en aquella época, Facebook cambió mucho”, dice Lodish. “Facebook amplió su funcionalidad e introdujo opciones en la web que volvieron a esta red social más interesante para los usuarios. La gran diferencia entre una moda pasajera y otros productos y servicios que no pasan de moda es que estos últimos encuentran formas de renovarse”.
La principal tarea de los dueños de empresas consiste en comprender el valor potencial de un producto antes de invertir en él para que no pase de moda. “Sólo se debe invertir en cosas que permitan un buen trabajo de previsión de que el valor percibido de su oferta, comparada con la de la competencia, será sostenible”, añade Lodish. “Es preciso entender los factores que permitirán que eso suceda”.
Algunas empresas dominan esa estrategia como nadie.
Zhang cita a Apple como ejemplo de empresa que sabe cómo evitar el desgaste de sus productos. Ella atribuye el éxito de Apple a la táctica de la empresa de mantener al consumidor interesado en la capacidad de la compañía de crear interés en torno a sus últimos lanzamientos, como el iPod o el iPhone, de tal manera que casi se convierten en mini-éxitos. El secreto consiste en divulgar rápidamente un producto nuevo y con más recursos para mantener la lealtad y el interés del público aficionado a la tecnología. “Es como si quisieran que cada generación del aparato creado fuera una moda, generando muchas ventas y beneficios el primer año y con una caducidad casi calculada antes del lanzamiento del nuevo producto”.
Desde luego que impedir que el consumidor se interese en otros productos es mucho más difícil de lo que Apple puedo hacernos creer.
Marshall Fisher, profesor de Gestión de operaciones y de la Información de Wharton, presenta en uno de sus cursos un estudio detallado de los Crocs —los zapatos de plástico que son una mezcla de zueco y sandalia. Él dice que los Crocs son un ejemplo clásico de la moda pasajera. Las ventas crecieron ocho veces entre 2005 y 2007, cuando los zapatos que sólo lo usaban enfermeras y adeptos a la jardinería comenzaron a aparecer en los pies de todas las personas. Fisher resalta, sin embargo, que tendencias explosivas de ese tipo son como un “avión, porque si dejan de funcionar a una cierta altura, caen como una piedra”.
Fue eso, básicamente, lo que le sucedió a los Crocs. Fisher añade que la empresa intentó, sin éxito, diversificar introduciendo una línea de botas muy poco parecidas a los zapatos de plástico de la marca. “¿Qué otra cosa podría haber hecho Crocs?”, se pregunta Fisher. “Ellos acumularon mucho dinero gracias a la valorización de las acciones de la empresa. Deberían haber usado ese capital, para comprar otra empresa que tuviera un producto menos asociado a una moda pasajera”. La empresa sobrevivió, pero hoy es mucho menor de lo que fue. Fisher dice que el boom de los Crocs y su fracaso muestran cómo puede traicionar una moda a un negocio sostenible. “La moda da a la empresa un buen impulso inicial. El secreto consiste en mantener ese impulso a largo plazo. Ese parece ser un punto donde hay mucho más fracasos que éxitos”.
Control frente a autenticidad
La llegada de las redes sociales y la importancia cada vez mayor de Internet cambiaron algunas de las reglas de las modas pasajeras.
Cassie Mogilner, profesora de Marketing de Wharton, observa que Internet “aumenta la velocidad con que las cosas adquieren reconocimiento porque la información es transmitida de manera muy amplia y rápida. Un día, se observa un cierto estilo en la pasarela, y a causa de los bloggers y de la posibilidad de producción a toda velocidad, el objeto podría llegar de forma rápida a una tienda muy conocida un mes después”.
Aunque las modas ganen fuerza más rápidamente gracias a Internet, Mogilner cree que esto puede ser la causa de que también se pasen de moda más deprisa.
La moda es “un juego de informaciones”, añade Berger.
“Todo lo que disminuye las barreras de entrada y acelera el flujo de las informaciones desaparecerá más rápidamente del gusto de las personas. Con eso, las cosas desaparecen más deprisa también. Internet acelera el ciclo de las tendencias y de la moda”.
Por eso es por lo que Berger dice que las empresas necesitan incorporar un factor de rápida aceptación y abandono en sus planes de abastecimiento del comercio. “No estoy diciendo que la empresa deba intentar que las personas no encuentren el producto, porque no está disponible en las tiendas”, dice Berger. “Pero el hecho es que los productos que son más difíciles de conseguir al principio, en general, acaban durando más”.
La fuerza de las comunidades online hace que las empresas se sientan cómodas contactando con el consumidor en la Web, pero no deben pensar en controlarlo.
Zhang, del MIT, dice que “como el consumidor está conversando más y está comunicándose directamente por Internet, existe la tendencia de confiar más en el contenido generado por alguien online que en informaciones de las empresas”. Por ese motivo, “tal vez fuera mejor que las empresas suavizaran un poco la estrategia de marketing forzado y dejaran al consumidor formar y gobernar por cuenta propia las modas”.
Para Mogilner, las empresas necesitan participar en ese diálogo, pero no dirigirlo.
“Si los gestores de marcas se quedan totalmente fuera de la conversación, ya no podrán controlarla”, dice Mogilner.
“Pero si la controlan demasiado, corren el riesgo de perder la autenticidad”.

miércoles, 5 de enero de 2011

Fidelización, marketing online, Web 2.0 y coregistros

Desde que se produjo la explosión de las redes sociales y, en general de los social media, son muchos los expertos que consideran que las estrategias de marketing y publicidad tradicionales se opacan ante el esplendor y los beneficios de las campañas online con plataformas y conceptos de nueva generación.
Sin embargo, conviene tener presente que un ciclo nuevo, como el que se está iniciando en la actualidad, supone una evolución, una innovación y un paso más hacia la efectividad y el desarrollo, por lo que no es conveniente desterrar las fortalezas del marketing tradicional, sino más bien integrarlas dentro del marketing online y marketing 2.0, de forma que se optimicen las oportunidades y la forma de interactuar.
Por ejemplo, un gran número de empresas utilizan sistemas publicitarios en base a coregistros, sin embargo y a fin de evaluar la efectividad de los mismos en su totalidad, es importante considerar el tedio que produce en los usuarios un registro permanente. A fin de minimizar esta debilidad existen herramientas que aceleran el proceso de registro, lastpass o Norton son algunas de las más eficaces.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Comoditización de los procesos que se avecina

En Beating the Commodity Trap, Richard D’Aveni, profesor de management estratégico en la Escuela de Negocios Tuck (Dartmouth) presenta los resultados de una investigaciòn sobre cómo escaparle a la trampa de la comoditización, ese trágico destino de indiferenciación hacia donde se arrastran todos los productos y servicios.
La clasificación del autor de la dinámica que conduce hacia la comoditización es una forma novedosa y útil de mirar la permanente amenaza a la sustentabilidad de todas las organizaciones.
La comoditzación es un fantasma que puede aparecer en cualquier momento, Un producto que se distingue por su calidad, o por sus beneficios o por su precio, pasa a ser uno más en una masa indiferenciada de productos que ofrecen más o menos lo mismo por más o menos el mismo precio.

La principal herramienta de D’Aveni para identificar las trampas de los productos convertidos en “commodity” es la gráfica que contrasta precio con beneficio queusa para visualizar las ofertas competitivas del producto en mercados específicos.
El resultado crea una línea sobre la cual los productos con precios bajos y beneficios mínimos se encuentran abajo a la izquierda del gráfico y aquellos con más precio y más beneficios earriba a la derecha.
Con el tiempo, las firmas pueden reposicionar sus productos a lo largo de la línea pero las acciones de sus competidores pueden cambiar las inclinaciones de las líneas mismas, alterando a los ya instalados y volcándolos hacia la trampa del commodity. Cuando la línea se achata (haciendo que las características novedosas dejan de merecer precios más altos), una organización situada a la derecha del gráfico está en problemas. Peor aun, las depresiones económicas pueden acentuar esos cambios y hacer lque sea mucho más difícil escapar de las trampas.
Habiendo analizado 30 mercados de esta forma, D’Aveni informa que ha identificado tres tipos de trampas, cada una con su propia dinámica. El deterioro se produce cuando las firmas de bajo costo entran a un mercado con oferta de bajo beneficio. La aproliferación se da cuando los competidores atacan con nuevas combinaciones de precio/beneficio que atrapan a la primera en el medio de la gama. Finalmente, el proceso escala cuando un jugador comienza a ofrecer más beneficios por el mismo precio o uno más bajo,apretando a todos slos demás en el mercado.
• D’Aveni explIca en su libro cómo detectar las trampas antes de que dañen su negocio, identificar el patrónj relevante de comoditización y o bien escapar de la trampa, o destruirla o usarla en su propio beneficio. Cada estrategema es ilustrada con ejemplos.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Gestión de Ventas – Qué hacer cuando un potencial cliente dice “sólo estoy mirando”

Probablemente ya habrá comprobado este comportamiento bastante generalizado en la gestión de ventas al entrevistar a sus potenciales compradores. Tal vez lo habrá notado al intentar obtener sin éxito una entrevista con un potencial cliente o cuando se dirige a un visitante en su tienda y le dice “sólo estoy mirando”.
No, ni por un instante crea que se extingue la profesión. Es simplemente que no hemos comprendido que “nadie quiere que le vendan porque los consumidores y clientes hoy prefieren tomar siempre sus mejores decisiones de compra”.
A pesar de ello, los que venden o intentan hacerlo no deberían temer ante esta marcada evolución en el comportamiento de los actuales consumidores en su nicho. Es simplemente cuestión de analizar con detenimiento sobre los motivos que lo generan y realizar los ajustes necesarios para adaptarse a este nuevo escenario actual y futuro.
Los tres motivos principales que han ido modificando el comportamiento de todo individuo cuando desea satisfacer una necesidad o resolver un problema, son los siguientes:
1. El crecimiento de abundante información disponible en Internet en la última década y que seguirá creciendo de una manera aún más vertiginosa;
2. La evolución e inteligencia del consumidor, puesto que quienes saben lo que desean e investigan por su propia cuenta salen a comprar con total claridad y seguridad “el producto o servicio” y sólo requieren que se lo provean al mejor precio y condiciones;
3. La generalizada mala praxis en la gestión de ventas, que con el tiempo y la suma de malas experiencias ha ido modificando sus exigencias en la manera en que consideran que deben ser idóneamente atendido.
Ante este nuevo escenario, seguramente podrá preguntarse ¿qué es lo que puedo hacer para seguir vendiendo con éxito mis productos o servicios?
La respuesta más acertada surgirá sin duda luego de profundizar dichas situaciones y luego tomar las decisiones que correspondan según cada caso y la metodología de ventas que se aplica.
Respecto a los primero dos motivos señalados, deberemos aceptar que es el producto inevitable de los avances tecnológicos en el mundo en que vivimos y que también disfrutamos como consumidores.
Además, una vez que se avanza en este aspecto es porque estamos ante la presencia de un nuevo paradigma y, desde allí no existe posibilidad alguna de retorno sino por el contrario, nos llevará a continuar evolucionando inexorablemente hacia mejores y mayores medios de información disponibles con la consiguiente adaptación de los consumidores.
Por ello, Intentar minimizar, eliminar o retrotraer hacia el pasado a estas variables del nuevo paradigma en el que ya somos parte es imposible puesto que, al generalizarse, se convierten en variables incontrolables.
Sin embargo, al no poder modificar esta nueva realidad nos lleva a enfrentar un maravilloso desafío y que consiste en actuar sobre la tercera variable que es precisamente nuestra propia gestión de ventas y lo mucho que en ello podremos evolucionar y perfeccionar.
Aceptemos primero y con humildad que la gestión de ventas tradicional, la que se caracteriza por pensar sólo en el resultado a lograr con cada cierre como principal objetivo, dejando en un segundo plano la satisfacción del cliente actual o potencial ya no tiene cabida en este nuevo escenario.
Bajo esa modalidad, la de hablar y hablar, no atender ni comprender en profundidad lo que realmente desea el entrevistado ni interesarse en su persona, en sus opiniones y sentimientos, pero insistir únicamente hasta alcanzar nuestro cierre y pensando únicamente en los frutos que proveerá en términos de comisiones, a mí tampoco me gusta que me vendan. ¿Y a usted?
Si aceptamos que el cierre de cada venta es el producto de un proceso que deberá acontecer en la mente de cada potencial comprador y que, por su propia inteligencia y la maravillosa información a la que accede en Internet, estaremos dando el primer e importante paso de nuestra adaptación para este nuevo escenario.
El siguiente e importante paso se refiere a adaptar nuestra propia estrategia de promoción y venta según los gustos, preferencias y requerimientos de nuestros potenciales compradores en el nicho de mercado en que operamos y desarrollar la mejor metodología de gestión de ventas para transitar con éxito el camino más directo y seguro para generar los resultados de venta que deseamos obtener cada período del año.
Compruébelo usted mismo al investigar y analizar cómo lo están haciendo actualmente otras empresas similares y exitosas del mercado, y seguramente llegará a la conclusión de que ellos ya han estado haciendo en forma oportuna y exitosa los cambios necesarios en su estrategia y metodología de ventas como lo hemos descripto aquí.
Si actualmente se encuentra en una meseta caracterizada por ventas que no crecen, tal vez sea el momento más oportuno para comenzar a reformular su actual estrategia y metodología de ventas, puesto que “la venta constituye la medida del éxito en todo negocio o actividad independiente”.

domingo, 10 de octubre de 2010

La Innovación y la Actividad Emprendedora pueden cambiar la Sociedad

En la búsqueda de respuestas a la situación económica actual, las nuevas tecnologías y la capacidad de innovación juegan un papel fundamental.
Tres de los principales ejecutivos del sector tecnológico en España y dos importantes emprendedores del creciente y dispar continente africano, moderados por Alberto Durán, fundador y consejero delegado de Mundivox Communications, con sede en Río de Janeiro, se dieron cita, durante la segunda jornada del Wharton Global Alumni Forum de Madrid, en un panel titulado Tecnología e innovación: ¿panacea o falacia?
Para preparar el terreno para el debate, Durán señaló en el panel y en una discusión posterior que, si bien la tecnología y la innovación ayudarán a crear la base para el crecimiento de la sociedad, es la demografía la que ha “cambiado por completo la manera en que vivimos, y está creando tanto inmensas oportunidades como enormes desafíos”.
Como ejemplo destacó los 85 millones de botellas de agua de plástico que se tiran todos los días. “La cantidad de botellas en medio del océano Pacífico es el doble del tamaño de Texas, pero no hablamos de eso”, afirmó. “Se necesita voluntad política para abordar estas cuestiones.
Hoy podemos crear fantásticos instrumentos financieros para financiar bienes raíces, telecomunicaciones y otras industrias. ¿Por qué no existen instrumentos para financiar las nuevas tecnologías para el plástico? Alguien tiene que venir y decir, ‘ Mira, tenemos que hacer esto’. Es la voluntad política lo que hará que esto suceda”.
Durán también destacó los retos a los que la economía global se enfrentará en las próximas décadas debido al crecimiento demográfico. Aunque el 50% de las personas viven hoy en día en las grandes ciudades y el 50% en las zonas rurales, en los próximos 30 a 40 años, el 75% vivirá en las ciudades, y el 25% en las zonas rurales, junto con una población mundial que “está creciendo de manera exponencial, “no en Europa sino en el resto del mundo, incluido EE.UU., afirmó.
En opinión de María Garaña, presidenta de Microsoft Ibérica, hoy en día el debate sobre tecnología e innovación debería estar centrado en la aplicación práctica de la tecnología en las empresas y cómo ésta está ayudando a aumentar la productividad y la competitividad. “No es más eficiente el que más dinero invierte en tecnología, sino el que la usa para ser más productivo” dijo. “En ocasiones basta con sacar partido a las herramientas de las que ya se dispone. En realidad, se trata de hacer un análisis en profundidad sobre las posibilidades que uno tiene de ser más productivo, y la productividad puede conseguirse produciendo más o reduciendo costes”.
Ahora bien, continuó, “la tecnología es fuente de ahorro para los negocios. Se debe abandonar el mensaje tecnológico, los términos más técnicos, y hacer de los sistemas informáticos herramientas relevantes para las empresas y para las personas”.
En España, dijo, “medio millón de personas trabajan en el sector tecnológico. No obstante, por ejemplo, la penetración de los sistemas informáticos de gestión de clientes, los denominados CRM, es de apenas el 23%. Opciones como los CRM, la virtualización o la movilidad han permitido a algunas compañías reducir sus costes en un 30%”.
En este sentido, Garaña señaló dos tendencias que están marcando la evolución de la adopción de nuevas tecnologías en las empresas. “La primera es lo que, en el sector, llamamos cloud computing. No se trata de una nueva tecnología, sino de un nuevo modo de consumirla, que añade flexibilidad al negocio”, apuntó. La segunda es la consumerización, palabra bajo la que se entiende la posibilidad de realizar las mismas cosas desde distintos dispositivos, a cualquier hora y en cualquier lugar. “No es fácil. Muchas empresas tienen sus procesos distribuidos. La tecnología en el mercado de gran consumo se desarrolla más rápidamente que su adopción en las empresas”.
Oportunidad y responsabilidad
Por su parte, el presidente de IBM para España, Portugal, Grecia e Israel, Juan Antonio Zufiria, señaló que la crisis ha precipitado y anticipado la necesidad de innovar en tecnología, así como de aplicar los nuevos descubrimientos para cambiar las cosas. “Es ahora cuando tenemos que incrementar el nivel de eficiencia y sostenibilidad de nuestra sociedad”, apuntó, “tenemos la oportunidad y la responsabilidad de construir un mundo más inteligente”. El mundo está “lleno de ineficiencias. Hace cien años, sólo 16 ciudades superaban el millón de habitantes, ahora este número se ha multiplicado por veinte. Pero el mundo está mucho mejor comunicado y existe una mayor capacidad de análisis que permite adelantarnos al futuro y mejorar nuestras ciudades”, explicó.
La propia IBM ha ideado un proyecto denominado Smarter Cities, por el que trata de mejorar las ineficiencias de las ciudades europeas a través de tecnología y a el que, este año, destinará la mitad de sus recursos para investigación y desarrollo (I+D). Por ejemplo, en Dinamarca, la compañía está desarrollando un sistema por el que los ciudadanos podrán acceder a los servicios sanitarios a través de Internet, al igual que ya se hace con la banca. Y, en Estocolmo, los peajes se reconfiguran solos en función del tráfico, lo que ha reducido un 25% los atascos y este beneficio tiene un efecto dominó en la reducción de los gases de efecto invernadero. “Y, en la ciudad de Nueva York, se han reducido los delitos en un 20% gracias a un algoritmo matemático que permite predecir actos delictivos. El sistema energético, los transportes, la seguridad, la sanidad, los servicios públicos… existen ineficiencias y, por lo tanto, oportunidades de negocio en muchos sistemas de la sociedad”, sostuvo Zufiria.
“La crisis ha acelerado la necesidad de emplear tecnología. Una recesión económica es una oportunidad, en el sentido de que permite medir los éxitos de las iniciativas que se llevan a cabo. ¿Es éste el momento adecuado para invertir en innovación? Desde IBM, estamos convencidos de que sí lo es, más que nunca. Si no aprovechamos la oportunidad, estaremos siendo negligentes. Hoy, ser prudente es estar parado, y quien se queda quieto está muerto, auguró Zufiria.
El consejero delegado de la empresa española de sistemas de información Indra, Regino Moranchel, coincidió con Zufiria en asegurar que las empresas tecnológicas tienen la “deuda” de redefinir la forma en que la gente comparte la información, lo que permitirá transformar el mundo. Moranchel quiso hacer balance de los 80 años de trayectoria de la multinacional. “Hoy, la información en tiempo real es accesible y fácil de compartir. Es nuestro deber redefinir el modo en que usamos y compartimos la información para crear valor”, señaló.
Al igual que Garaña, Moranchel quiso dejar aparte la discusión técnica para centrarse en el valor que puede aportar a un negocio. “Innovar es, de hecho, fácil, si se conoce el problema a resolver, cómo puede solucionarse y quién puede contribuir en la gestión de este proceso”, dijo. “Nosotros creemos en una innovación centrada en los clientes, para intentar comprenderles, conocer sus necesidades y, así, poder anticiparnos a nuestros competidores”, expuso.
El directivo de Indra insistió, asimismo, en el valor del talento dentro de una organización, un activo, a su parecer, “crucial”. “Siempre habrá más talento fuera que dentro de una organización. Por eso, es importante la colaboración y la motivación para sacar el máximo partido del equipo. Desgraciadamente, no hay reglas sencillas que seguir”, afirmó. Garaña recordó que las nuevas tecnologías han llegado a muchas empresas a través de sus empleados, quienes, acostumbrados a utilizar todo tipo de dispositivos en su día a día, los acaban exigiendo también en sus centros de trabajo.
África, nuevos casos de emprendimiento
En la mesa de debate también participaron Eric Kacou, director general de OTF Group, una firma de estrategia y competitividad con sede en Ruanda, y Eva Muraya, cofundadora y consejera delegada de la firma de Nairobi Color Creations Group. Ambos ejemplifican este arranque emprendedor que está teniendo lugar en África y expusieron la situación particular de sus países. “Son muchos, y cada vez más, los casos de éxito que se pueden mostrar de emprendedores africanos”, afirmó Muraya.
“¿Panacea o quimera? La respuesta reside en un solo tipo de empresario. Allá donde se mire, aquéllos que son capaces de hacer de la innovación una panacea son emprendedores”, sostuvo Kacou. El ejecutivo describió a la audiencia la situación actual de África y dijo que “al menos 38 países han tenido conflictos en los últimos cincuenta años. Con la crisis, la dificultad para hacer negocios se ha agravado. La situación económica actual ha tenido impacto en los precios, los mercados financieros, los tipos de cambio y la deuda. La situación es extremadamente complicada y actúa como un círculo vicioso, del que la única salida pasa por un cambio de mentalidad”. En su opinión, y en la de Moranchel, hoy en día hay una tremenda falta de confianza; los propios gobiernos son escépticos y a ellos es a quién “incumbe todo el fomento del emprendimiento”, dijo el último.
Kacou achaca a un giro en las políticas de apoyo económico del gobierno de Ruanda la aparición de una nueva clase de empresarios africanos. “Si existen casos de éxito es porque el Ejecutivo ha creído en los emprendedores. Con este pequeño paso, las exportaciones se han multiplicado por cinco en los últimos diez años. No se trata de copiar y pegar lo que hacen otros países, sino de crear cosas nuevas”, dijo. Como ejemplo, se citó a la empresa de Kenia llamada Safaricom (www.safaricom.co.ke), empresa que permite llevar a cabo transacciones a través de los móviles. “Ahora la gente de Kenia puede llevar el banco en el bolsillo. No hay costes de transacción porque todo se puede hacer con el móvil”.
“En África, habitan unos 1.000 millones de personas, muchas de ellas muy jóvenes, pero, aún así, el ratio de crecimiento no es el suficiente. Hace falta hacer mucho más, porque la tecnología sí avanza rápidamente”, comentó Muraya. La ejecutiva de Nairobi recordó la evolución reciente de su país. “En 2007, se descubrió un fraude en el manual sistema de recuento de votos en las elecciones que, desgraciadamente, acabó enfrentando a unos contra otros. Supuso muertes y un grave retroceso para muchos negocios locales. Gracias a la implantación de un sistema de votación electrónica, en las próximas elecciones, en 2012, nada parecido volverá a ocurrir”, aseguró.
Esta empresaria ofrece su particular receta para tener éxito como emprendedor. “Se necesita capacidad de adaptación, así como mantener la pasión y el enfoque en la idea de negocio. El emprendedor debe asegurarse, además, el socio acertado que comparta su visión y su energía”. Muraya señala el papel crucial que han jugado las microfinanzas, “muy sensibles a las condiciones especiales de la población situada en la base de la pirámide”, en África y otras regiones o países en vías de desarrollo. Y dice que los modelos de microfinanzas han beneficiado más a las mujeres que a los hombres, ya que éstas pagan mejor y no tienen tantas “distracciones” como los hombres en la conquista de su objetivo empresarial.
Zufiria habló también del talento disponible y señaló que “con la llegada de las tecnologías de la información, se incremento el peso del mismo. En África, como en China o Brasil, hay montones de talento. Las manos han dejado de ser importantes a favor de la capacidad de innovación. Hay una única solución, la tecnología, pero necesita del coraje y del talento para resultar útil”, declaró Zufiria. “Cuando sepamos cómo presentar servicios que sean realmente útiles para la sociedad, saldremos de este círculo vicioso y podemos desarrollar programas capaces de superar todas las barreras”, aseguró Kacou. “Tenemos que cambiar la forma de pensar y abrir la puerta a nuevas ideas. Esto es lo distingue a un líder de un seguidor”, concluyó Muraya.
Garaña, que ha trabajado durante quince años en Latinoamérica, se unió al debate sobre el papel que juegan los países en vías de desarrollo durante la recesión y señalo que ésta les ofrece una oportunidad única ya que históricamente se han visto frenados por lo que podría denominarse una crisis psicológica, para crecer”. “Ésta no es una crisis global, sino del Primer Mundo. Regiones como África tienen ante sí un gran camino por delante”, continuó Zufiria.
Si volvemos a la esencia del significado de la palabra innovación, encontraremos la respuesta en nuestra propia capacidad para emprender”, apuntó Garaña. “Si hay algo positivo que se pueda sacar de esta crisis económica es la capacidad de reflexionar, de volver a discutir los fundamentos de las cosas. La innovación ha dejado de considerarse un gasto para muchas empresas, a asumirse como una palanca necesaria para la productividad”, concluyó la presidenta de Microsoft España.

sábado, 11 de septiembre de 2010

Cuidado con tu Gremlin personal

¿Recuerdan a los Gremlins? ¿Esas pequeñas y destructoras criaturas que en tan solo una noche logran desquiciar a toda una pequeña ciudad usando el miedo como su mejor arma?
¿Cuándo fue la última vez que vieron un Gremlin? Definitivamente no fue en 1990 cuando se estrenó la segunda entrega de esa película.
Lo más probable es que lo hayan visto esta semana, incluso hoy mismo. Tal vez no vieron una enana criatura verde con dientes afilados y orejas de murciélago, pero vieron algo mucho peor: su propio rostro en el espejo.
Así es, todos tenemos a nuestro propio, único, exclusivo y siempre servicial Gremlin, dedicado 24/7/365 a destruir y descontrolar cualquier proyecto de vida que queramos realizar.
Además, nuestro exclusivo Gremlin particular, no  necesita comer después de la media noche para cambiar y ni una sola gota de agua es necesaria para que se multiplique por cien; nuestro ego se encarga de eso y más.
Pero al igual que en la película, afortunadamente existen algunas acciones que podemos practicar día con día para poner a nuestro Gremlin personal a raya, quieto y en su lugar:
1) Cuidado con lo que consumes. Y no me refiero a lo que comas después de la media noche, aunque tampoco es muy recomendable que comas tan tarde. Más bien estoy hablando de la información que permitimos que entre a nuestra mente todos los días.
Ya en muchas ocasiones he hablado de la manera tan dosificada en que en lo personal veo, escucho o leo las tan lamentables noticias que circulan todos los días. De modo que ahora, con solo una pregunta, me referiré a todo lo demás: ¿cómo no queremos escuchar tanta tragedia en las noticias si nosotros mismos enseñamos a nuestros hijos que asaltar, robar, golpear y hasta matar es normal y hasta heroico? ¿Qué no lo hacemos? Nada más chequen los video juegos que tienen en su casa, no hace falta que ni los vean, solo lean sus títulos; o vean las series o incluso caricaturas que ponemos en la TV donde un Capo de las drogras, un asesino en serie y un defraudador son ahora los héroes...
¿Cómo queremos mantener a nuestro Gremlin personal en paz si todos los días lo alimentamos de tragedia y caos?
Mejor cultivemos mejores hábitos y sembremos un mejor contenido en nuestra mente y la de nuestros hijos. Y no, no les estoy vendiendo el viejo discurso que ataca a los medios y a las marcas por lo que generan y transmiten; ellos están en todo su derecho de hacer lo que quieran con sus recursos y productos, pero ¿saben algo? Ustedes también. La decisión esta de su lado de la cancha, de la misma manera que pueden también elegir controlar los pensamientos que quieren que pasen por su mente.
2) No te salpiques. No solo los gremlins se multiplican al mojarse, también los miedos y los rencores lo hacen. Piénsalo bien, el efecto domino siempre se hace presente cuando el coraje y el enojo te hacen perder el control: dices cosas hirientes, actúas de mala fe, buscas retribución, reaccionas impulsivamente, en fin. La cosa es que por supuesto tu situación solo se pone peor. Es tu Gremlin personal en su máxima expresión.
Cómo decía un viejo amigo: "No escupas para arriba porque inevitablemente te salpicas".
3) Usa tu luz. En la película, la luz era la mejor arma para luchar contra los gremlins, en la vida real también.
En mi parecer todos tenemos dentro una luz que compartir con los demás, y por luz me refiero no solo a un tema energético, sino a la capacidad que todos tenemos de iluminarle el día a alguien más. Quiero decir, no se necesita ser un "iluminado", un chamán o un Yogi para compartir y darle un poco de luz a los demás. Basta con que cada día hagamos algo simple, sencillo y desinteresado por alguien más, puede tratarse de un ser querido, un amigo, un compañero de trabajo o un desconocido total. No importa a quien, todos necesitamos saber que no estamos solos y que las personas, en efecto, aún nos preocupamos por el bien estar de los demás. Tampoco se requiere de esfuerzos desmedidos, sacrificados o masificados, aunque si tienes la capacidad de ayudar a muchos a la vez, no estaría de más; acciones sencillas como detener la puerta del elevador 5 segundos más para otra persona que va a subir, escribir de nuestro puño y letra una nota de agradecimiento o apreciación, regalar nuestro tiempo en una sincera charla de corazón a corazón y sin juicios, pueden bastar.
En fin, este es un hecho que cada quien, por si mismo, tiene que comprobar: Entre más compartimos y hacemos algo por los demás, mejor y más en paz nos sentimos con nosotros mismos; y nuestro Gremlin personal, se transforma en un apacible, alegre y apretujable bola de pelos que hasta queremos cuidar.

domingo, 25 de julio de 2010

Reinventarse para diferenciarse apuntando a la excelencia y ofrecer “un servicio memorable”

“Los clientes exigen cada vez más y tienen menos paciencia. Por eso, el empresario no debe quedarse de brazos cruzados”, dice el reconocido gurú del marketing Tom Wise.
Para ganar, se deben encarar acciones que mejoren el funcionamiento de la empresa, reinventarse apuntando a la excelencia y ofrecer “un servicio memorable”.
A continuación, les ofrecemos ideas y consejos para optimizar las ventas.
  • Sea el único. El peor error es ofrecer lo mismo que nuestro competidor. Si ellos compiten con el precio, ustedes compitan con el servicio; si ellos lo hacen con las características del producto; ustedes con el soporte después de la venta; si ellos compiten en eficiencia en energía, ustedes compitan con el tiempo real de operación. Si compiten en lo mismo, la competencia acabará gravitando siempre hacia el precio.
  • Zapatero a tus zapatos. Una empresa excelente se consagra haciendo lo que realmente sabe hacer, sin perder su enfoque. Si no dominamos el aspecto técnico de nuestro negocio, tarde o temprano nuestros clientes lo notarán, y se irán con un experto.
  • Un buen nombre. El nombre de la empresa es su carta de presentación: puede agregar distinción a su negocio o llevarlo a la hoguera. A diferencia de las grandes empresas, una compañía pequeña puede llevar un nombre entretenido, o con el que se identifique a su clientela.
  • Estructura simple. Las estructuras y los sistemas básicos de las compañías que mejor funcionan son simples y horizontales. La alta gerencia es reducida y se comparten muchas de las tareas consideradas no esenciales para el negocio. Hoy las empresas no necesitan una escala vertical para funcionar.
  • Sea un líder. El liderazgo no es un problema de manejar a la gente, sino de hacerla productiva. La energía genera energía. El peor enemigo del conductor es su propia soberbia y autosuficiencia. Sea despiadado con los pesimistas y los quejosos. Nunca cree reglas que no pueden ser aplicadas.
  • Tenga una estrategia. Vivir siempre apagando incendios no nos permite crear condiciones para prevenirlos. Preocúpese por tener una estrategia general de su negocio. Tenga bien en claro cuáles son sus objetivos centrales y no pierda nunca el foco, más allá del manejo cotidiano de la empresa.
  • Elija bien el lugar. Dado que los costos de alquilar o comprar un local son cada vez mayores, se puede barajar la posibilidad de trabajar desde su casa o bien contar con una oficina virtual. Poco a poco, según la rentabilidad de su empresa, podrá pensar en contar con su local propio.
  • Esté dispuesto a actuar. El éxito no vendrá con solo esperarlo. Para conseguirlo, debe emprender las acciones correctas. Una buena manera de empezar es seguir la norma que usan las grandes empresas: “Hazlo, arréglalo, pruébalo”.
  • Sistema de comercialización. No importa el capital enorme que tenga, o qué tan experto se sea, si los clientes tienen que batallar para encontrar y/o comprar sus productos o servicios. Este aspecto no solo abarca la venta, también la promoción y la entrega; el hacerles saber a nuestros clientes lo que hacemos, y cumplir en tiempo y forma.
  • Administración sana. En un negocio es preciso tener nociones sólidas de administración, de lo contrario, en un abrir y cerrar de ojos podemos perder el control de lo que está ocurriendo en el día a día, y el negocio entraría en zona de riesgo.
  • Calidad uniforme. Apunte cada día a una mejora en la calidad de su producto o servicio, y mantenga la uniformidad entre los distintos puntos de operación. Cuide la marca y la imagen de la empresa como su vida misma. Informatice y sistematice los procesos, haga un control permanente del cumplimiento de los objetivos de calidad.
  • No se duerma. Nunca piense que las cosas que funcionan bien no necesitan cambios o actualizaciones, consiga que el éxito dure marcando la diferencia y ofreciendo siempre un valor agregado. Piense cómo adecuarse a las expectativas de usuarios cada vez más exigentes.
  • Promueva la innovación. Un buen líder no intenta frenar al mundo, sino permite cometer errores para aprender de ellos. Lleve a cabo el noveno mandamiento de Byrom: “Asegúrese de cometer un número razonable de errores antes de estrenar el éxito”.
  • El “boca a boca”. Los clientes satisfechos o insatisfechos tienen enorme incidencia -positiva o negativa- sobre las ventas, los ingresos, las utilidades y la imagen de su empresa, sostiene Tom Wise. “Pocas empresas conocen los costos de no saber retener clientes, así como otros indicadores (la rentabilidad por cliente, por vendedor, por sucursal, por producto, etc.). Yo comparo esta información con las brújulas que utilizaban los viejos lobos de mar. Si la perdían, perdían el barco y las vidas de todos los tripulantes.”
  • Evite la complacencia. Los costos que pagan las empresas por su complacencia crecen más que la inflación, los impuestos y los niveles de demanda de los clientes. La complacencia individual o de las organizaciones es un pasaje al fracaso; hay que cambiar las formas de administrar y vender a la misma velocidad que los líderes.
  • Reinvéntese constantemente. La innovación es su arma principal. “Hoy las empresas tienen que reinventarse, replantearse su funcionamiento y analizar los productos, la gente, la competencia, como si fueran empresas que recién nacen.”
  • Genere valor agregado. Para diferenciarse, se debe ofrecer un valor agregado superior al que brinda la competencia. Las diferencias deben localizarse en diferencias físicas (ejemplo: calidad del diseño), diferencias en materia de disponibilidad, (facilidad de comunicación), diferencias en imagen (publicidad en medios ABC1).
  • No pierda tiempo. ¿No tiene la sensación de pasar el día en medio de una actividad frenética para darse cuenta que al final no ha logrado demasiado? El tiempo no se estira ni cambia. ¿Cuáles son sus “ladrones de tiempo”? ¿Gasta usted demasiado tiempo haciendo llamadas personales o en reuniones improductivas?
  • Delegue y “tercerice”. Más allá de lo pequeña que sea su empresa, no hay necesidad de que sea un “espectáculo unipersonal”. Para una administración del tiempo efectiva, usted necesita que otras personas lleven parte de la carga. Pero tenga un férreo sistema de supervisión sobre la tarea que delega, para evitarse dolores de cabeza.
  • Invierta más en publicidad. Cuando bajan las ventas lo primero que hacen la mayoría de las empresas recortar su presupuesto publicitario. ¡Usted haga lo contrario! Tenga en claro cuales son los productos que le reportan mayor utilidad y promociónelos en los medios publicitarios más efectivos, es decir los que llegan al público que a usted le interesa realmente.
  • No pierda la calma. En tiempos difíciles para su negocio mantenga la calma y no se apresure. Tome decisiones sólo en el momento oportuno y necesario. Justiprecie la realidad de las amenazas, observe cuidadosamente a su alrededor, y manéjese con indicadores objetivos que surjan principalmente de los números de su empresa.
  • Instálese en Internet. Una página web es parte fundamental de la imagen de la empresa y constituye un poderoso canal de comunicación con los clientes y el mercado. Pero no hay que equivocarse: el éxito en Internet requiere mucho trabajo.

domingo, 30 de mayo de 2010

¿Y qué queremos hacer?

"Las cosas no siempre son fáciles. Frecuentemente tenemos que enfrentar más retos de los que quisiéramos y la vida constantemente nos invita a salir de nuestra área de confort", pensaba mientras un amigo valientemente me contaba que esta era su última semana de labores en su actual trabajo, del cual lo estaban, por razones válidas o no, liquidando.
Tranquilo me pedía consejos sobre cómo podía echar a andar su propio negocio, tal vez una agencia de marketing digital pues lleva algunos años dándoles cierto nivel de soporte a estas o quizás algo de mercadotecnia móvil pues es un nicho poco explorado aún.
“¿Pero en realidad es eso lo que quieres hacer o es lo que crees que puedes hacer?”, le pregunté.
"Es que ahora que he estudiado el MBA me siento preparado para manejar mi propio negocio y algunas personas de la industria me han invitado a colaborar con ellos”, replicó.
Y aunque puedo entender  y hasta identificarme completamente con su posición e interés de rápidamente anclarse a una nueva base que le ofrezca estabilidad, no puedo evitar preguntarme a mí mismo:
"Si tuvieras oportunidad de hacer algo diferente en tu trabajo o en tu vida, si tuvieras luz verde, todo el espacio, todos los recursos, todas las herramientas y todo el tiempo para hacer ese cambio. ¿Qué harías?"
¿Buscarías realizarte como persona, trabajando haciendo lo que más te gusta y mejor sabes hacer, generando así el estilo, el nivel y la calidad de vida con que quieres vivir? ¿O una vez más seguirías el camino que crees que debes seguir porque en tu casa, en tu trabajo, en tu círculo social, te dijeron que así debes vivir?
¿Trabajarías para ser "una personas de éxito" (sea lo que sea que signifique para cada quien) ó trabajarías en convertirte en una persona de valor?
¿Sobrevivirías cada día intentando acumular todos los bienes materiales que crees necesitar para vivir bien (porque te han dicho que eso es lo que te hace feliz) o vivirías como quieres vivir?
Y al responderme, no pretendo decir que entonces para ser felices necesitamos renunciar a todas las comodidades y juguetes que nos gustan o que debemos darle la espalda a la profesión que elegimos ejercer, para convertirnos en un yogi o hermitaño de la montaña para encontrar paz, serenidad y felicidad.
Muy al contrario, si ser un gran ejecutivo es lo que te mueve, si ser un campeón olímpico es lo que te hace vibrar, o ser un músico reconocido mueve tus fibras, está muy bien.
Pero está muy bien porque eso es lo que a ti te hace vivir y no porque los demás dicen que así debe de ser.
Y si en este momento la vida nos presenta una encrucijada en la que debemos elegir qué camino seguir, tal vez lo mejor sea no lamentarnos porque no nos está dando lo que creemos que merecemos, sino alegrarnos porque nos está dando la oportunidad una vez más de respondernos a nosotros mismos ¿Qué es lo que queremos hacer?
Y sea lo que sea que lo que en verdad queramos hacer, hagámoslo. Demos el primer paso hoy y mañana el segundo. Cada día avanzando hacia donde queremos ir.
No esperemos que de la noche a la mañana obtengamos todo lo que queremos tener, seamos pacientes y constantes y recordemos que son los pequeños pasos que damos cada día los que nos llevan al gran éxito que con el tiempo habremos de lograr.
¿Entonces, ustedes qué quieren hacer de verdad?

Picture credit: Todo-Juanjo

viernes, 7 de mayo de 2010

PyMEs – Alianzas estratégicas, alternativa para el crecimiento en America Latina

En ciertas industrias y mercados las opciones que tienen las empresas para crecer son muy limitadas. Por ejemplo, en el mercado latinoamericano para las industrias que requieren alta inversión en Investigación y Desarrollo, las alianzas estratégicas representan una oportunidad de crecimiento para empresas PyMEs, es decir para cerca del 80% de las compañías que operan en la región.
Los recursos propios no son suficientes para expandirse a otros mercados fuera del país de origen de la empresa. Y adquirir otra firma no es una alternativa al alcance de todos.
¿Cuál es la estrategia más adecuada para crecer?
Del menú de opciones disponibles, concentremos el pensamiento en las tres más conocidas:
1. Mediante el establecimiento de la empresa en un mercado: esto es lo que tradicionalmente se llama apertura de filial o sucursal.
2. Mediante la adquisición de otra firma.
3. Mediante alianzas con otras firmas.
Tomemos como caso el mercado B2B de bienes de capital o de tecnología. En general se trata de productos que requieren servicios tales como soporte, instalación o un proceso de ventas consultivo.
Alrededor del 80% de las empresas oriundas de América Latina son PyMEs con limitada capacidad de inversión. Por lo tanto dos de las tres opciones de crecimiento disponibles están fuera de su alcance.
Más aún, en un modelo económico globalizado e interconectado como el actual se presentan otras dificultades. Por ejemplo la superposición entre diferentes industrias hace difusos los límites entre ellas, hasta el punto de ir desapareciendo. Y si no lo cree, observe qué clase de compañía es un Banco en la actualidad. Aunque una institución financiera no es un productor de tecnología, se podría decir que como Banco no existiría si no estuviera soportado por la tecnología. De manera que a sus estrategias de posicionamiento, financieras y de participación deberá sumarle capacidades extras.
Sin embargo, establecer una alianza ganadora no es sencillo a la hora de definir quién tiene el control.
En un esquema de alianzas el control es compartido. Las decisiones no pueden tomarse unilateralmente sin considerar el impacto que producirán en la cadena de alianzas.
Lo mismo ocurre con las empresas PyMEs de las que estamos hablando. Si no tienen capacidades que sus competidores poseen, deberán buscarlas para no limitar sus posibilidades de crecimiento o para desaparecer fagocitadas por otros o por el mercado.

miércoles, 28 de abril de 2010

CRM-Relaciones de las empresas con sus clientes, con vínculos a largo plazo y una rentabilidad máxima.

El recurso humano como pieza fundamental para lograr lealtad.
Para lograr relaciones profundas y duraderas con los clientes, resulta necesario ir más allá de las tradicionales “4P” del marketing e incorporar a las personas.
El marketing relacional o CRM (Customer Relationship Marketing) consiste básicamente en crear, fortalecer y mantener las relaciones de las empresas con sus clientes, buscando lograr un vínculo a largo plazo y una rentabilidad máxima.
El objetivo es identificar a los clientes más rentables para establecer con ellos una relación estrecha que permita conocerlos en profundidad y ofrecerles, en consecuencia, productos acordes a sus necesidades y preferencias.
El término CRM surge como respuesta de la tecnología a la creciente necesidad de las empresas de fortalecer las relaciones con sus clientes a través de diferentes herramientas de gestión. Para ello, numerosas empresas han desarrollado soluciones tecnológicas con el objetivo de administrar la relación con los clientes a través de un “software” que permita gestionar todos los puntos de contacto y transacciones, y de esa forma, realizar un seguimiento cliente por cliente.

Relaciones duraderas y rentables

En el contexto actual por el que atraviesan las compañías en el mundo, cada vez se torna más importante y necesaria la aplicación de este tipo de herramientas de marketing que permitan administrar a los clientes como un activo estratégico.
Es muy importante construir y fortalecer una relación a largo plazo con el cliente, agregar valor para él y de esta manera, lograr mayores tasas de rentabilidad y crecimiento sostenido.
El éxito de un negocio dependerá de su capacidad para poner en práctica los fundamentos sobre los que el marketing relacional está basado, como reducir el costo de obtener nuevos clientes para incrementar la retención de éstos, tratar a los clientes adecuadamente, reconocer su individualidad y satisfacer sus necesidades únicas.

De “4P” a “5P”

Pero no todo está centrado únicamente en el cliente externo. Los clientes internos resultan una pieza clave a la hora de alcanzar el éxito. Una estrategia de marketing bien pensada, que apunte a desarrollar una relación duradera con cada uno de los clientes de una empresa y que sea llevada a cabo por un equipo de recursos humanos profesional resultará, sin dudas, una verdadera ventaja.
Se trata de incorporar a las personas a lo que tradicionalmente se conoce como el marketing mix o las “4P” (producto, precio, promoción y plaza) de Philip Kotler, y transformarlo en un esquema de “5P”, donde las personas son un recurso clave para llevar a cabo estrategias de relacionamiento con clientes.
En el marketing de relaciones, los empleados conocen a los clientes por su nombre y los clientes leales son tratados como un bien o un recurso estratégico clave, como a alguien al que se debe preservar y defender. A su vez, los empleados leales también son esenciales para mejorar la eficiencia en el proceso de entrega de valor y forjar relaciones de largo plazo con los clientes.

El éxito de la mano del cliente interno

Hay quienes dicen que son los empleados los que hacen que una compañía sea o no exitosa. La lealtad de los clientes y la lealtad de los empleados están relacionadas; una fortalece a la otra. Los empleados con experiencia pueden atender mejor a los clientes porque comprenden las necesidades de cada uno. Este conocimiento es parte esencial del mejoramiento continuo.
Sin embargo, es común escuchar a empresarios señalando que el éxito de sus firmas se encuentra centrado en el enorme potencial de su equipo humano y que son ellos quienes día a día, brindan lo mejor de si mismos para elevar los niveles de satisfacción de sus clientes externos, incrementar su productividad y, obviamente, aumentar sus ingresos. Pero contrariamente, en varias de esas compañías, no existe una clara orientación hacia el cliente interno que es visto en dichos casos, como un elemento más de producción.

Elemento diferenciador

Lo ideal es que la alta gerencia logre identificar que el verdadero elemento diferenciador de una empresa no está basado en la tecnología adquirida ni en las herramientas de producción, sino en su gente.
Lo importante es que en este enfoque, el conocimiento, la comprensión y el compromiso con el cliente no son responsabilidad exclusiva del departamento de marketing, sino que toda la organización debe compartirlos. Esto se logra a medida que el marketing se convierte en parte de la cultura de la organización y en el sistema de conocimiento que guía la toma de decisiones a todo nivel.

Entradas populares